*Las universidades y sus bibliotecas tienen que impulsar los datos de investigación, su normatividad, visibilidad y legislación.

Los videos de esta actividad se encuentran disponibles en:

Sesión 1. https://www.facebook.com/bibliotecasUNAM/videos/3683371048358171

Sesión 2. https://www.facebook.com/bibliotecasUNAM/videos/296396764769453

Sesión 3. https://www.facebook.com/bibliotecasUNAM/videos/2658661777733790

Sesión 4. https://www.facebook.com/bibliotecasUNAM/videos/368164434173211

“Antes de que la pandemia de la COVID-19 se hiciera presente en todos los aspectos de nuestras vidas, la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información (DGBSDI), de la UNAM, ya venía trabajando el tema del Acceso y la Ciencia Abiertos, que en el caso particular de las bibliotecas representa un desafío porque una de sus funciones más importante es la de proporcionar información confiable y oportuna”, indicó su directora general, doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva, al dar el banderazo de inicio de los trabajos relativos al III Foro virtual La Agenda del Acceso y la Ciencia Abiertos en la Crisis Pandémica: Avances y Desengaños.

Acto seguido, otorgó la palabra al doctor Antonio Sánchez Pereyra, moderador, funcionario de la (DGBSDI), y también uno de los organizadores del Foro, para que hiciera la presentación de los participantes de la primera sesión de trabajo “Ciencia Abierta, Acceso Abierto: ¿Nuevas vías?”, encabezando la lista el doctor Pablo de Castro de la University of Strathclyde, en Escocia, Reino Unido.

El especialista habló de la asociación internacional que reúne a expertos en información de investigación, mejor conocida como euroCRIS, entidad responsable de agrupar a un gran número de asociaciones de profesionales en el área de la gestión de información científica, en la cual el doctor Pablo de Castro funge como secretario técnico.

Al respecto, puntualizó que la tarea principal de euroCRIS es la custodia del modelo CERIF, considerado como el formato común de información en materia de investigación europea, que permite: el intercambio de información y la interoperabilidad entre todos los sistemas Current Research Information System (CRIS), los cuales almacenan toda la información científica desarrollada en las instituciones.

El académico hizo énfasis en el proyecto titulado PerúCRIS, posicionado como un ejemplo de buenas prácticas en la región latinoamericana que va más allá de la construcción de una plataforma informática, pues va a albergar toda la información científica en código abierto.

El doctor Pablo de Castro también dijo que se está viendo una creciente aproximación disciplinaria basada en la Ciencia Abierta en áreas como: el transporte, la agricultura y el cambio climático, entre otras. Junto a ello, se les pide a los investigadores que compartan sus datos y su software como parte de un esfuerzo para poder difundir las premisas de la Ciencia Abierta, en beneficio de los países menos desarrollados para que los puedan reutilizar.

Por su parte, el maestro Dante Cid, de la empresa Elsevier, indicó que América Latina ha sido una región pionera en el Acceso Abierto a los textos completos mediante las plataformas subsidiadas por sus gobiernos, lo cual les ha permitido establecer proporcionalmente los modelos Gold y Diamante, como es el caso de los sistemas de información SciELO y RedALyC, entre otros más, cuya finalidad es la de difundir de forma más extensa sus revistas científicas. Pero cabe señalar que aún prevalece en un mayor porcentaje el modelo de suscripción de pago para acceder a leer revistas.

En este sentido, en la región se han dado muestras de rechazo hacia la iniciativa europea denominada Plan S para acceso abierto de publicaciones científicas, en la que participan más de diez países europeos, y que entre sus políticas se destaca el rechazo hacia el modelo de publicación Híbrido.

Otra cuestión más, que debe ser considerada como parte integrante de los cambios que implica el desarrollo de la investigación científica, son los llamados Acuerdos transformativos de Acceso Abierto, que en este contexto podrían ser un elemento viable porque el modelo tradicional de suscripción ya no es compatible con las demandas de la ciencia abierta, añadió.

En cuanto a su posicionamiento con respecto al Acceso Abierto, Dante Cid dijo que un elevado porcentaje de sus publicaciones permiten la opción Green y que en el último año se agregaron cien revistas al modelo Gold, totalmente en abierto, para dar un total de 370 revistas “doradas”.

También señaló que su empresa ha realizado acuerdos con ImpactStory y con Unpaywall para continuar apoyando a las instituciones con el Acceso Abierto. Asimismo, hizo énfasis sobre la apertura sin ningún costo de sus publicaciones en el campo de la medicina para poder contribuir en la búsqueda de una vacuna contra la COVID-19.

En la segunda sesión de trabajos, “La importancia de las políticas públicas de datos abiertos en tiempos de COVID-19”, el doctor Edgar Alejandro Ruvalcaba Gómez, de la Universidad de Guadalajara, en México se refirió a la importancia que tiene la apertura de los datos en estos momentos de crisis sanitaria, porque son un factor muy importante para que las personas y las entidades gubernamentales puedan tomar las mejores decisiones, “de ahí la importancia de su apertura y accesibilidad, pues hoy en día son una tendencia en la gestión pública”.

Para ello, aclaró que el sector público se ha valido de las tecnologías de información, consideradas como una herramienta potencial para lograr la consolidación de la Ciencia Abierta. “Gracias a ello, los procesos de gestión pública se han visto acelerados con la incorporación de una nueva generación de tecnología, de carácter social y colaborativo”.

Añadió que de esta forma se ha configurado una tendencia dentro de la gestión pública de los gobiernos para contar con más bases de datos abiertos, contenida en ellas una diversidad de información para que los ciudadanos puedan hacer un libre escrutinio de los datos, y en este sentido puedan agregar valor e impactar en una mejor calidad de vida.

“Si el gobierno provee más información se gozará de mayor confianza y legitimación ciudadana, siempre y cuando los datos proporcionados sean gratuitos, de uso libre, integrales, no discriminatorios, legibles por máquinas y oportunos”.

En cuanto a la implementación de una política de datos abiertos, se debe contar con estrategias que tienen que ver con el liderazgo y una clara visión de las personas que están al frente para ayudar al incremento en la calidad de vida de las personas, finalizó.

Por su parte, el doctor Carlo Altamirano Allende, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), después de dar un panorama general del Consejo (conformado por 26 centros públicos de investigación, 98 sedes y subsedes, a lo largo y ancho del país y un número aproximado de 2500 investigadores), describió los retos y las nuevas estrategias de este agente articulador y máxima autoridad en México en el sector de ciencia, tecnología e innovación.

Especificó que, en el marco de este nuevo gobierno federal, la coordinación del Plan Nacional para la Innovación del Conacyt estará enfocado al beneficio de la sociedad y el desarrollo nacional, con la participación de las universidades, los científicos, las empresas y los ciudadanos.

Para ello se trabajará en tres ejes: la investigación científica y tecnológica, las becas y los estímulos económicos. Además, se trabajará en un Programa especial de ciencia, tecnología e innovación, regido por seis objetivos principales, relativos al rol que juega la ciencia para brindar apoyo al conocimiento de frontera, en beneficio de la población y el acceso universal al conocimiento. También se contempla el desarrollo de un modelo particular de Ciencia Abierta enfocado a nuestra realidad nacional, puntualizó.

De igual forma, Carlo Altamirano señaló que el tercer objetivo trata de enfocar los esfuerzos y capacidades instaladas en el país en términos de ciencia, tecnología e innovación para contribuir en la solución de retos y problemas prioritarios: por ejemplo, el problema de la pandemia de la COVID-19, la cual tiene una ramificación de soluciones en el ramo de la salud y la pobreza que afectan a un gran número de la población en el país; para ambos se han generado apoyos económicos específicos.

Abundó que el Conacyt también se ha comprometido con el beneficio social y con el cuidado del medio ambiente, mediante la implementación de Programas Nacionales Estratégicos que cubren temas como: la salud, la alimentación, la educación, la contaminación, la inseguridad y el cambio climático, los cuales están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

Por último, consideró que el Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (Conricyt) mantiene una inversión muy elevada para la realidad nacional y, si bien es un consorcio que lleva a cabo negociaciones con las principales casas editoras, aún no ha establecido los llamados acuerdos “transformativos”. Por lo tanto, se está evaluando qué tipo de modelo de Acceso Abierto podría ser el más conveniente para que se pueda seguir respondiendo a las necesidades de acceso a los recursos de información científica.

En la tercera sesión “La ciencia abierta ante el COVID-19. De un pasado reciente, a un presente cambiante y un nuevo futuro”, el doctor Alejandro Uribe-Tirado, de la Universidad de Antioquia, en Colombia, se refirió a la Ciencia Abierta como un concepto aún en construcción, que tiene referentes del siglo veinte pero que se ha ido posicionando en este siglo XXI. En ella, resaltan dos componentes básicos: el Acceso Abierto y los Datos Abiertos, seguidos de las Métricas alternativas, y los Recursos educativos abiertos, por señalar sólo algunos.

Habló de un proyecto llamado Foster, de la Unión Europea, que ha planteado su propia taxonomía con seis componentes y valores de la Ciencia Abierta. Al respecto, algunos lo han criticado porque no se incluye a la Ciencia ciudadana ni a la Educación abierta. Pero como ya se mencionó, los componentes que llevan la avanzada en la Ciencia Abierta son el Acceso Abierto y los Datos Abiertos.

“Entonces, el reto que tienen las bibliotecas y las instituciones educativas con respecto al futuro de la investigación no está en las publicaciones, pues éstas son la historia final de la investigación. El mayor reto de nuestra región está en los datos y en la gestión de datos de investigación, ese es el valor, lo que se puede reproducir para que las personas puedan avanzar en la ciencia”.

Luego entonces, él considera que las universidades y sus bibliotecas tienen que impulsar los datos de investigación, su normatividad, visibilidad y legislación. De igual forma, se debe apoyar a los investigadores para que puedan crear sus planes de gestión de datos de investigación. “De lo contrario se corre el riesgo de que nuestros datos de investigación sean mal utilizados, o que sean capturados sin otorgar el crédito correspondiente”.

Para concluir, dijo que a partir de la apertura de los datos y de las publicaciones se han creado muchas herramientas abiertas, las cuales han permitido que él y un grupo de colaboradores, integrado por argentinos y colombianos, crearan un sitio colaborativo donde se han recopilado más de cien recursos que abordan el tema de la pandemia de la COVID-19, los cuales se encuentran disponibles en varios repositorios.

Enseguida se le otorgó la palabra al doctor Abel L. Packer, director del Programa SciELO, del cual dijo que es un portal que tiene más de veinte años de operación y que trabaja con una veintena de colecciones, tres de ellas se destacan por ser: una colección temática de revistas, una colección preprint de artículos y una colección de libros.

Especificó que su desarrollo se ha dado en tres etapas: en la primera se trabajó en el desarrollo de una colección núcleo y en la transición digital; la segunda etapa se concentró en la adopción del modelo online para todas las revistas y en la adopción del formato XML, y en la tercera etapa, hacia el año 2018, se llevó a cabo la adopción del preprint. También se dio el inicio o flujo de la comunicación científica, la gestión de datos y la interoperabilidad, en todos los ámbitos del Programa.

Añadió que también se trabajó en tres niveles: la profesionalización de las buenas prácticas, incluida la Ciencia Abierta; la internacionalización como una visión de flujo global de la información y la sostenibilidad financiera y operacional, con la finalidad de que las revistas pongan en marcha sus planes de desarrollo editorial y la aplicación de buenas prácticas, mediante el Golden Open Access, la licencia de uso Creative Commons (CC-BY) y la indexación en el Directory of Open Access Journals (DOAJ).

En esta ruta histórica el doctor Abel L. Packer consideró que éstos fueron elementos que contribuyeron al desarrollo de SciELO, pero los preprints, la gestión de datos y la apertura al modelo Peer Review fueron promotores para el alineamiento de las revistas con la Ciencia Abierta.

Puntualizó que el hecho de que los investigadores tengan sus documentos en preprints es uno de los cambios más notables para que el investigador tenga más control sobre la investigación, pues ya no hay una dependencia absoluta de las revistas para la validación de ella.

Otra ventaja más es que el investigador, al escribir un artículo, éste puede ser sometido a un preprint y después a una revista. Más tarde, cada uno de estos objetos de comunicación van a recibir un Digital Object Identifier (DOI).

“Entonces yo estoy hablando de que la visibilidad de la investigación se puede ampliar, es una de las formas de operar de la Ciencia Abierta, y para eso se va a trabajar con los principios FAIR, considerados como una guía para la gestión de datos de investigación”.

Por último, en la cuarta sesión, “Tendencias recientes en las políticas científicas de ciencia abierta y acceso abierto en América Latina”, se contó con la presencia de la doctora Dominique Babini, perteneciente a el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en Argentina, quien comenzó su participación con un señalamiento sobre la oportunidad que representa el reflexionar en el contexto de la pandemia sobre el tipo de Acceso Abierto y Ciencia Abierta que puede contribuir a mejorar a las necesidades que tiene la comunidad de cada país, que de acuerdo a algunos estudios se ha demostrado que los modelos colaborativos son una buena alternativa, como es el caso del modelo latinoamericano, donde no se ha tercerizado al modelo comercial.

“Justamente, se ha volteado a ver este modelo porque es participativo e inclusivo, y además no se cobra por leer ni por publicar. Con base en esta visión, este modelo de Acceso Abierto ha crecido en la región durante los últimos veinte años”.

De igual forma, se refirió a un informe realizado recientemente sobre los pronunciamientos de la región latinoamericana, en él se trabajó principalmente en el Acceso Abierto a los textos y los datos de investigación, destacando en ello las declaraciones de SciELO, Latindex, Redalyc y el mismo CLACSO. “Entidades que apoyan a la academia y al conocimiento como un bien común, sin fines de lucro, y que han consolidado a la región como un modelo de Acceso Abierto para comunicar la ciencia sin costo”.

Otra de las conclusiones del informe indica que los datos de la investigación tienen que estar disponibles en los repositorios de Acceso Abierto, pero, al ser un movimiento que acaba de comenzar en la región, solamente algunas instituciones trabajan en este campo, como la Red Federada de Repositorios Institucionales de Publicaciones Científicas (La Referencia), Latindex y el Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación de Argentina, entre otros más, añadió.

Para cerrar su presentación, dijo que CLACSO desde hace 15 años está avanzando en las recomendaciones propias de la Ciencia Abierta, como la promoción y evaluación científica, mediante documentos que se pueden consultar en el Foro Latinoamericano sobre Evaluación Científica (FOLEC). “Nuestro rol es pensar en el futuro de las comunidades académicas, en ese trabajo que desde la institución se cuida que todo lo que se publica sea de Acceso Abierto”.

La última participación del Foro correspondió al doctor Eduardo Aguado López, quien se refirió a la alianza de RedALyC con AmeliCA, iniciativa sostenida de forma cooperativa y centrada en el modelo de publicación sin fines de lucro. Pero antes de entrar en detalle, habló del fracaso de la transición digital en la comunicación de la ciencia, donde el modelo tradicional entiende al conocimiento como una unidad integrada (artículo), un formato donde hay que preservar una imagen (PDF), “es decir, la reproducción de la revista impresa en una página web, en su totalidad. Y el modelo tradicional es el que está actuando en América Latina”.

En cambio, el ecosistema del modelo diamante de Acceso Abierto de Redalyc entiende al conocimiento como entidades independientes, que al interconectarse pueden obtener valor agregado, “y aquí el formato no importa sino el lenguaje estructurado” que permite la interconexión, y donde la página de la revista es una interfaz de comunicación, agregó.

Añadió que sólo una tercera parte de las revistas del mundo se encuentran en el directorio DOAJ bajo el sistema de formato abierto HTML, y en América Latina hay aproximadamente unas 7 mil revistas en el ámbito digital que no tienen el software de código abierto Open Journal System (OJS). “¿Ustedes creen que podemos competir bajo este modelo?, cuando las revistas están utilizando sus recursos para tratar de sostenerlas y darles visibilidad”.

Por lo tanto, dijo que en Redalyc se plantea que lo que tiene que hacer el editor es dedicarse a la calidad y a la certificación editorial. “Es otra forma de visualizar el conocimiento, donde se genera de forma automática el HTML, el visor y el PDF para que se ahorren costos, porque lo que importa es el fondo y la estructura de los contenidos”. Como resultado de esto se han producido los primeros portales semánticos sobre la pandemia y el conocimiento ancestral.

Luego, explicó el funcionamiento de la herramienta de marcación Marcalyc desarrollada por Redalyc, utilizada para marcar los archivos en formato XML JATS. Y aseveró que se cuenta con una base fuerte de tecnología para hacer lucir el modelo diamante, por lo que recomendó a los demás editores que no devalúen sus publicaciones locales al alinearse a las estrategias de las editoriales comerciales.

“Uno de los objetivos del Acceso Abierto sería romper esta predominación de las editoriales de prestigio y salir de los cuartiles”. Es así como, para ingresar a Redalyc  y AmeliCA, las revistas no pueden tener APCs, y específicamente para AmeliCA sólo se realiza  una revisión por pares, culminó.

Reseña informativa: María del Rosario Rodríguez León