Bibl. Univ., Vol. IV, No. 3, julio-septiembre de 1989


Algunas consideraciones en torno al artículo "La transliteración de títulos soviéticos en el Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas del Sistema Bibliotecario de la UNAM"


 

Hugo Alberto Figueroa

Resulta necesario hacer algunas precisiones en relación a diversas afirmaciones que se hacen en el artículo: "La transliteración de títulos soviéticos en el Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas del sistema bibliotecario de la UNAM, aparecido en el volumen IV, número 1 (enero/marzo de 1989) de esta misma publicación.

Estas precisiones, de carácter institucional, son necesarias en la medida en que varios enunciados del artículo aludido tergiversan notablemente la realidad y, por ende dan pie a que se malinterprete el trabajo realizado por el personal que labora en el Departamento del Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas de la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM; trabajo realizado con todo el entusiasmo, dedicación y profesionalismo posibles, tal como corresponde a la elaboración de un producto bibliográfico de gran utilidad: un catálogo colectivo de las publicaciones periódicas adquiridas por las bibliotecas departamentales de la UNAM.

El artículo mencionado adolece de una gran falla. Si bien varios hechos que menciona fueron ciertos en determinadas circunstancias históricas, culturales y técnicas, de ahí no es posible inferir lógicamente que tales hechos son válidos en la actualidad, cuando se dan otro tipo de condiciones.

El error principal en que se incurre, es haber analizado el Catálogo Colectivo de publicaciones periódicas existentes en la UNAM, publicado en 1976; y con base en datos obtenidos de esta publicación (muy meritoria por cierto, si se consideran las carencias de recursos humanos y materiales con que se produjo), los resultados se extrapolen sin más a SERIUNAM, banco de datos de las publicaciones en serie adquiridas por la UNAM, del cual puede asegurarse que se empieza a formar (basado en el formato ISDS) a partir de 1984, y en proceso de integración hasta 1989.

Como se puede notar, difícilmente puede uno imaginarse mayor anacronismo. Con 13 años de diferencia no es de ninguna manera válido concluir que lo que es verdadero para un catálogo impreso en 1976, sea necesariamente verdadero para un catálogo en línea en 1989.

Forzar conclusiones basadas en suponer acaecido un hecho, o una serie de hechos, antes o después del tiempo en que efectivamente sucedieron, lo único que provoca es una incongruencia, que resulta de presentar algo como inherente a una época a la que no corresponde.

Visto lo anterior, resulta evidente que es ilógico referirse a normas internacionales y nacionales de registro de los datos bibliográficos de las publicaciones periódicas, implantadas en México hasta 1984; y por otro lado analizar el Catálogo colectivo de publicaciones periódicas del sistema bibliotecario de la UNAM, publicado en 1976.

En el artículo citado, se afirma que con base en el impreso de 1976, de 4500 títulos seleccionados por orden alfabético, 58 (1.2%) pueden considerarse de diversas regiones de la Unión Soviética (B.U., Vo. IV, No. 1 p. 32)

Después, tras analizar varios de los 58 títulos soviéticos, concluye que en la actualidad:

“5. los títulos rusos son traducidos directamente a otros idiomas, adaptándose esta traducción como título clave en el catálogo”.

“6. En el Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas de la UNAM no aparecen especificaciones en cuanto al idioma en el que están escritas las publicaciones, por lo cual el usuario puede confundirse y pensar que la publicación está escrita en el idioma del título, (p.33).

Las aclaraciones necesarias son las siguientes:

Existen en el Catálogo colectivo publicado en 1976, un total de 100 títulos soviéticos, mismos que representan el l% de los títulos registrados en dicho Catálogo.

Efectivamente en el Catálogo colectivo de 1976 existieron algunos problemas de identidad en relación con los títulos soviéticos, problemas detectados desde hace años, poco después de haberse publicado el catálogo mencionado.

Conscientes de la problemática, no sólo en lo que respecta a los títulos soviéticos, sino también en lo que toca a otros aspectos de carácter técnico, para la elaboración de un nuevo catálogo (proceso iniciado desde poco antes de la publicación en 1976 del Catálogo colectivo, y que con el transcurso del tiempo sería la base de SERIUNAM), el personal responsable de la confección del Catálogo Colectivo no dio de alta en forma inmediata los títulos registrados en el Catálogo de 1976.  Lo que sucedió en realidad es que cada uno de los títulos se volvió a revisar en fuentes bibliográficas autorizadas, y en caso de no encontrarse en fuentes o haber duda en cuanto a la identidad de determinado título, se procedió a su revisión directa en la biblioteca departamental, revisión que no fue posible hacer con anterioridad por falta de recursos humanos y materiales.

Este procedimiento ha hecho posible que en SERIUNAM sólo estén incluidos los títulos soviéticos de los que se puedan garantizar los datos bibliográficos correctos, completos y consistentes, basados en fuentes bibliográficas autorizadas y apegadas a normas bibliográficas internacionales.

Tal afirmación se comprueba por los siguientes datos:

Del total de títulos soviéticos que aparecen en el Catálogo de 1976 (100 títulos), hasta el momento sólo 14 se encuentran dados de alta en SERIUNAM. Los otros 86 no se han dado de alta y la mayoría de éstos nunca se darán de alta en SERIUNAM, debido a que ya fueron dados de baja por las bibliotecas departamentales al ser mínima su consulta. Algunos otros faltan por ser dados de alta, y ella será ejecutada hasta que no existan dudas acerca de la corrección y consistencia de los datos bibliográficos registrados.

En la actualidad SERIUNAM está conformado aproximadamente por 15,000 títulos. De estos títulos, únicamente 62 son soviéticos (incluidos los 14 a los que se hace referencia en párrafos anteriores), es decir 0.4% del total.

De los 62 títulos soviéticos se puede garantizar y asegurar su catalogación correcta, completa y consistente, pues han sido localizados en fuentes bibliográficas autorizadas o bien se han revisado directamente en la biblioteca departamental poseedora de determinado título.

En lo que toca al idioma de las publicaciones, al utilizar desde 1984 el formato ISDS para el registro de publicaciones periódicas, el personal que labora en el Departamento del Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas, registra el dato concerniente al idioma, de cada una de las publicaciones periódicas incluidas en SERIUNAM, pues el idioma de la publicación es uno de los datos bibliográficos obligatorios prescritos por el formato ISDS.  La información acerca del idioma de todo título perteneciente a SERIUNAM está disponible en línea, así como otro tipo de datos, para los usuarios del Banco de datos SERIUNAM.  Expuesto todo lo anterior sólo resta reiterar lo siguiente: Aún con ciertas fallas, el Catálogo colectivo de Publicaciones periódicas existentes en la UNAM, publicado en 1976, es una obra muy meritoria, sobre todo si se toman en cuenta las circunstancias en que fue elaborado.  El Catálogo de 1976 no es equivalente a SERIUNAM y por consiguiente es ilógico analizar el Catálogo de 1976 y extrapolar los resultados a SERIUNAM.  Si se hace, se incurre en un grave anacronismo.

Es hasta 1984 que se empieza a utilizar el formato ISDS para efecto del registro de las publicaciones periódicas que se encuentran en las bibliotecas departamentales de la UNAM.

Si un título forma parte de SERIUNAM es porque se puede garantizar la corrección, y consistencia de los datos de su correspondiente registro bibliográfico.

Todo Catálogo como producto humano y cultural que es, refleja una época histórica determinada y un modo de concebir la realidad.  Las personas que trabajamos en procesos técnicos, que dedicamos nuestra vida, conocimientos profesionales y entusiasmo a la creación de registros bibliográficos, lo sabemos, y por lo tanto también sabemos que el proceso de creación de registros bibliográficos implica una continua perfección y una permanente revisión de lo ya hecho, con el fin de mejorar los productos bibliográficos, pero a la vez atentos y conocedores del entorno en que se da cada obra bibliográfica.


 Inicio


UNAM. Dirección General de Bibliotecas

Ciudad Universitaria

México, D. F.