Bibl. Univ., Vol. IV, No. 4, octubre-noviembre de 1989
Importancia de los procesos t�cnicos dentro de la actividad bibliotecaria
F.
Felipe Mart�nez
Arellano
Universidad Nacional Aut�noma de M�xico
Direcci�n
General de Bibliotecas
Hablar de
catalogaci�n y clasificaci�n bibliogr�fica en forma concisa es una tarea un
tanto dif�cil por la magnitud y complejidad que este tema encierra.
No
obstante lo anterior me he atrevido a hacerlo, pretendiendo en este art�culo
dar un panorama general de estas actividades, as� como analizar las variantes
que se presentan en los diversos tipos de bibliotecas.
Este
documento no pretende ser una gu�a condensada de c�mo realizar u organizar la
catalogaci�n y clasificaci�n, sino presentar a la gente que se inicia en estas
actividades una panor�mica global de ellas.
La gente interesada en ahondar m�s en cada uno de los puntos que se
tocan puede acudir a las obras que se se�alan en la bibliograf�a y a otras que
tratan el tema de una manera m�s amplia.
El objetivo primordial de las bibliotecas es apoyar las actividades de investigaci�n, docencia y difusi�n de la cultura que se llevan a cabo dentro de las instituciones a las cuales pertenecen.
Para poder cumplir eficaz y eficientemente
con este objetivo en las bibliotecas
se llevan a cabo las siguientes
funciones:
Seleccionar y
adquirir los materiales bibliogr�ficos
Organizar los materiales para su adecuada consulta a trav�s de las actividades de catalogaci�n y clasificaci�n
Proporcionar al usuario los materiales bibliogr�ficos
Orientar a los lectores para aprovechar al m�ximo los recursos bibliogr�ficos que la biblioteca les brinda
Las dos primeras
funciones son com�nmente conocidas como procesos t�cnicos y las dos �ltimas
como servicios al p�blico.
Con
base en lo antes expuesto, podemos definir a los procesos t�cnicos como la
serie de actividades tendientes a proveer a la biblioteca de los materiales
necesarios, as como a su adecuada organizaci�n para que los servicios al p�blico
se puedan prestar de una manera conveniente.
As� mismo,
cabe se�alar que entre los
procesos t�cnicos y los servicios al p�blico existe una estrecha relaci�n,
pues de la buena realizaci�n de los primeros depende que se presten mejores
servicios.
Los procesos t�cnicos
seg�n nos se�ala M. Bloomberg,(1)
tienen las siguientes funciones b�sicas:
Adquisici�n de
materiales bibliogr�ficos
Organizaci�n y procesamiento de los materiales bajo patrones usados por el Departamento de Catalogaci�n
Mantenimiento del acervo y sus registros (principalmente cat�logos al p�blico y topogr�fico) los cuales proveen el acceso a la colecci�n
Respecto
a la asignaci�n de estas funciones a secciones o departamentos, cabe mencionar
que en la mayor�a de las bibliotecas se ubican en dos unidades diferentes: la
de selecci�n y adquisici�n; y la de catalogaci�n y clasificaci�n.
Esta �ltima secci�n o departamento muchas de las veces es tambi�n
llamado Procesos T�cnicos, lo que motiva que en ocasiones al referirnos a las
actividades de procesos t�cnicos en realidad aludimos a las actividades de
catalogaci�n y clasificaci�n.
La
adquisici�n de materiales bibliogr�ficos es una de las actividades m�s
importantes de las bibliotecas, pues "para adquirir los libros y otros
materiales necesarios para los objetivos de ense�anza e investigaci�n de los
estudiantes, profesores e investigadores de la universidad de una manera
eficiente, el bibliotecario debe tener conocimiento de organizaci�n de
bibliotecas, administraci�n de personal, operaciones de compra, contabilidad,
etc., adem�s de estar familiarizado con las principales fuentes bibliogr�ficas
del mercado editorial, con las principales editoriales y/o librer�as y otros
auxiliares para el desempe�o de su trabajo.
Debe, tambi�n poseer la capacidad administrativa para dirigir,
supervisar y controlar esa importante secci�n de la Biblioteca.�(2)
No
obstante que las actividades realizadas en el �rea de adquisiciones est�n
estrechamente ligadas a las llevadas a efecto en el �rea de catalogaci�n y
clasificaci�n, no se ahondar� m�s en ellas por no ser el objetivo principal
de este trabajo.
Por lo anterior, a
continuaci�n pasaremos a analizar las actividades de catalogaci�n y de
clasificaci�n o de procesos t�cnicos como se denominan en algunas de nuestras
bibliotecas.
Para que los
materiales bibliogr�ficos puedan ser integrados a la colecci�n y consultados
por los usuarios requieren de dos actividades b�sicas: la catalogaci�n y
clasificaci�n.
La catalogaci�n
consiste en la serie de actividades dirigidas a preparar los ficheros o cat�logos
necesarios para uso del p�blico, as� como algunos de uso interno para el
personal de la biblioteca.
Con lo anterior se
cumplen los prop�sitos que Cutter, hace cien a�os, defini� para la catalogaci�n:
1. Permitir a una
persona localizar un libro:
Si el autor es conocido
Si el t�tulo es conocido
Si el tema es conocido
2.
Mostrar lo que la biblioteca tiene:
Sobre
un autor determinado
Sobre
una materia determinada
Sobre
un determinado tipo de
literatura
3.
Auxiliar en la elecci�n de un libro
Tomando en cuenta
sus peculiaridades bibliogr�ficas (diferentes ediciones)
Tomando
en cuenta sus caracter�sticas
literarias o tem�ticas
Si
analizamos los
prop�sitos anteriores, podemos
darnos cuenta que para llevarlos
a la
pr�ctica se requiere
lo siguiente:
1. Describir detalladamente los rasgos caracter�sticos del material bibliogr�fico tales como: el autor, el t�tulo, la persona o personas que intervienen como coautores, traductores, ilustradores, prologuistas, etc; el lugar y fecha en que se edit�, quien lo edit�, y sus caracter�sticas f�sicas tales como tama�o, tipo de ilustraciones, paginaci�n y otros detalles.
2. Determinar cu�les
son los puntos a trav�s de los que puede ser accesible la
informaci�n. Lo anterior
implica definir todas las posibles formas a trav�s de las cuales el lector
puede buscar un material: por autor personal, por autor individual, por
coautores, por traductores, por prologuista, por t�tulo, etc.
3.
Realizar un an�lisis
del contenido intelectual de
los materiales bibliogr�ficos con la finalidad de
precisar
las materias o temas que toca.
Los
dos primeros puntos constituyen la catalogaci�n descriptiva, que como su
nombre lo indica consiste en describir los materiales bibliogr�ficos
para que 'posteriormente el usuario pueda identificar aquellos que le son �tiles.
El
tercer
punto se refiere a la catalogaci�n por materias o tem�tica, su finalidad es
presentar al lector a trav�s del cat�logo una serie de obras que tratan sobre
determinado tema.
La catalogaci�n
tem�tica est� estrechamente relacionada con la clasificaci�n, puesto que
ambas permiten mostrar al usuario lo que la biblioteca tiene sobre determinado
tema, pero mientras la primera lo hace por medio del cat�logo, la segunda
permite hacerlo f�sicamente con el material.
Otra circunstancia
que fortalece su interrelaci�n es el hecho de que para poder reunir en un lugar
los materiales que tocan el mismo tema, es necesario primeramente realizar un an�lisis
del contenido intelectual de las obras para determinar el tema principal que
tratan, y ubicarlo dentro del lugar que le corresponde en un sistema de
clasificaci�n bibliogr�fica.
Con
base
en lo
antes expuesto
podr�amos plantearnos la siguiente
interrogante: �si la clasificaci�n y los encabezamientos de materia tienen m�s
o menos la misma funci�n, podr�amos prescindir de uno de ellos?.
La respuesta es negativa, pues la clasificaci�n �nicamente nos permite
un punto de acceso, mientras que usando encabezamientos de materia se
diversifican, esto es, si tenemos una obra cuyo t�tulo es: "Tratado de Qu�mica
y F�sica", por medio de la clasificaci�n �nicamente podemos ubicarla en
un lugar: Qu�mica o F�sica mientras que merced al uso de encabezamientos de
materia podemos localizar esta obra a trav�s de
F�sica o de Qu�mica.
Como
puede apreciarse, las actividades de catalogaci�n y clasificaci�n est�n �ntimamente relacionadas y
son complementarias, por lo cual algunos autores como F. S. Bernhart(3)
se�alan para la catalogaci�n de libros las siguientes funciones b�sicas:
Asentar
los libros en un cat�logo
por autor y t�tulo.
Describir los
libros para identificar cada uno de ellos
como una unidad.
Seleccionar la
palabra o frase que identifica las materias
de los
libros.
Organizar
los libros de
acuerdo a una clasificaci�n l�gica del conocimiento humano
Para la realizaci�n
de la catalogaci�n descriptiva, P. Zamora(4) se�ala que la
biblioteca debe adoptar un c�digo o reglas de catalogaci�n l�gicas y
sencillas para que puedan ser entendidas y utilizadas adecuadamente por los
lectores, lo que les permitir� el f�cil manejo del cat�logo, y poder
determinar r�pidamente si la obra que desean existe en nuestra biblioteca.
Las
reglas de catalogaci�n de que disponemos y que se usan en la mayor�a
de nuestras bibliotecas son las Reglas de Catalogaci�n
Angloamericananas en su segunda edici�n.
El
car�cter
internacional de
este c�digo, as� como la gran variedad de ejemplos que contiene
producto de una larga experiencia, nos permite su adopci�n; sin embargo, no
podemos dejar pasar por alto que para que cubran totalmente nuestras necesidades
es necesario un correcto trabajo de revisi�n, adaptaci�n e interpretaci�n.
La
clasificaci�n bibliogr�fica
consiste en asignar
un lugar a cada libro dentro de una organizaci�n Sistem�tica del conocimiento
humano.
En nuestras
bibliotecas se usan actualmente dos sistemas de clasificaci�n: el sistema de
clasificaci�n de la Biblioteca del Congreso de los
E. U. (Clasificaci�n L. C.) y el sistema de clasificaci�n de Melvin
Dewey.
El
sistema de clasificaci�n de Dewey divide el conocimiento humano en diez grandes
clases, y a su vez cada una de �stas se subdividen en diez grupos,
volvi�ndose a subdividir cada
uno de ellos en diez n�meros, cada uno de los cuales Puede ser subdividido en
decimales.
�Entre
las ventajas del sistema podemos mencionar que es l�gico. sistem�tico,
flexible, completo, permite la inclusi�n de dos asuntos, se mantiene
actualizado, est� impreso y sostiene un �ndice alfab�tico auxiliar para un r�pido
manejo".(5)
Este
sistema se usa principalmente en nuestras bibliotecas
p�blicas.
Otro sistema de clasificaci�n, utilizado principalmente por las bibliotecas universitarias, lo constituye la clasificaci�n de la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, que como su nombre lo indica es un sistema creado y dise�ado por esta biblioteca. Divide al conocimiento humano en 21 grandes grupos representados por una letra may�scula; por medio de la edici�n de otra letra may�scula; a estos grupos principales, se da origen a las subclases, las que a su vez se subdividen en temas m�s espec�ficos utilizando n�meros ar�bigos, los cuales pueden comprender del 1 al 9999.
Dada
la notaci�n mixta que utiliza este sistema, en opini�n de B. S. Wynar (6)
existen miles de diferentes combinaciones de n�meros y letras que a�n no han
sido usadas o algunos otros reservados para nuevos t�picos.
El esquema puede continuar admitiendo todav�a por un largo tiempo nuevos
temas y aspectos de estos que a�n no han surgido.
Es particularmente
�til en grandes bibliotecas universitarias y especializadas, debido a su
capacidad de aceptaci�n de temas y, su gran flexibilidad.
Respecto a la utilizaci�n de un determinado sistema de clasificaci�n,
cabe se�alar que al adoptarlo debemos de analizar cuidadosamente las caracter�sticas
de �stos para determinar si responden y se ajustan a las necesidades y
expectativas de nuestros usuarios.
Al tomar una decisi�n sobre aspectos de car�cter t�cnico, como puede ser la adopci�n de un sistema de clasificaci�n, E. J. Piercy (7) se�ala que debemos de tener en cuenta, entre otros aspectos los siguientes:
tipo
de la comunidad a
la que servimos
crecimiento
de la comunidad
crecimiento del acervo
tipo de material que posee la colecci�n
sistema
de pr�stamo empleado
recursos
humanos y materiales
c) Encabezamientos de materia
Podemos
definir a los encabezamientos de materia como la palabra o palabras que expresan
al contenido intelectual de un libro y bajo el cual se agrupan todos aquellos
que tratan el mismo tema.
Para poder elegir y
utilizar adecuadamente los encabezamientos de materia o temas existen las listas
de encabezamientos de materia.
En nuestras
bibliotecas las listas utilizadas son principalmente dos: La Lista de
encabezamientos de Materia de la Biblioteca Nacional de M�xico compilada por la
maestra Gloria Escamilla y la Lista de Encabezamiento de Materia para Am�rica
Latina compilada por Carmen Rovira y Jorge Aguayo, editada por la Uni�n
Panamericana en 1957.
La
Lista de Encabezamientos de Materia de la maestra Gloria Escamilla tuvo su
origen en 1961, cuando la Biblioteca Nacional le encomend� la reorganizaci�n y
recatalogaci�n de su acervo. Como resultado de este trabajo, en 1967 aparece la
primera edici�n de esta lista, la cual "se trata de una recopilaci�n que
procede de los principales trabajos anteriores en ingl�s y castellano y
fundamentalmente, de la pr�ctica aplicada en la catalogaci�n durante muchos a�os
de los fondos de una biblioteca general.
Se observa un gran cuidado en la selecci�n de las voces castellanas y en
la construcci�n de las frases de acuerdo con el car�cter propio de nuestro
idioma. Las
palabras seleccionadas caracterizan la materia con la necesaria precisi�n en
una biblioteca del tipo de la Nacional de M�xico.
Utiliza toda clase de referencias con gran rigor en
la secuencia de los temas.
En su conjunto ofrece m�s de veinte mil encabezamientos principales y m�s
de sesenta mil referencias: en su total 80,000 asientos"(8)
La segunda edici�n
de esta obra aparece en 1978, y en ella aparecen un n�mero considerable de
actualizaciones y cambios, al ir incorporando encabezamientos de nueva creaci�n.
"Esta lista de
encabezamientos de materia refleja la experiencia de la Biblioteca Nacional de M�xico
en este terreno; en consecuencia, responde a las necesidades de una biblioteca
de este tipo; sin embargo, otras bibliotecas m�s peque�as, p�blicas populares
y escolares, as� como las especializadas y universitarias pueden encontrar en
ella, encabezamientos generales y espec�ficos que exija su trabajo y sobre todo
puede serles de utilidad para la compilaci�n de sus propias listas" (9).
La
lista de Encabezamientos de Materia compilada por Carmen Rovira y Jorge Aguayo
tiene su origen en 1956 en una iniciativa del Programa de Fomento de Bibliotecas
de la Uni�n Panamericana, para elaborar una lista de encabezamientos de
material �til para
las bibliotecas de Am�rica Latina merced a la cual varias bibliotecas
latinoamericanas ofrecieron su colaboraci�n. En 1961 se empez� la labor de
reuni�n, selecci�n y compilaci�n de los encabezamientos de material, siendo
publicada por vez primera en 1967. Posteriormente en 1985 surge una segunda
edici�n de esta lista bajo los auspicios la OEA y el Instituto Colombiano para
el Fomento de la Educaci�n Superior
Adem�s
de las listas mencionadas algunas bibliotecas han hecho traducciones de los
temas que aparecen en la Lista de Encabezamientos de Materia de la Biblioteca
del Congreso de los E. U.
Cada biblioteca
debe seleccionar la lista que mejor le convenga y para tomar esa determinaci�n
B. Casta��n (10) se�ala que debemos conocer las caracter�sticas principales
de la lista que vamos a adoptar con la finalidad de determinar si corresponde a
nuestras necesidades y si �sta va a funcionar en nuestra biblioteca.
Auxiliares para catalogaci�n y clasificaci�n
La realizaci�n de
las labores de catalogaci�n y clasificaci�n presupone una considerable inversi�n
de tiempo y recursos econ�micos y con la finalidad de acortar el tiempo de
proceso y evitar la duplicaci�n de esfuerzos con las consiguientes desventajas
econ�micas, las bibliotecas utilizan algunos auxiliares para catalogaci�n y
clasificaci�n como son: la catalogaci�n en publicaci�n, uso de cat�logos de
otras bibliotecas y sistemas de catalogaci�n centralizados:
a)
Catalogaci�n en publicaci�n
La
catalogaci�n en la publicaci�n fue iniciada en la Biblioteca del Congreso en
julio de 1971 en cooperaci�n con 27 editores.
�Los
objetivos de la catalogaci�n en publicaci�n son proporcionar a los editores
datos catalogr�ficos trabajados a nivel profesional para que sean impresos en
cualquier obra publicada �pel�culas y aun mapas, tanto como libros- lo que
reduce los costos de catalogaci�n, apresura la entrega de libro a los lectores,
y beneficia al mundo bibliotecario y a la industria del libro por igual�. (11)
Esta
catalogaci�n en la publicaci�n es com�n en los libros editados en los Estados
Unidos y seg�n opini�n de M. Boomberg (12) aproximadamente un 60% de los
materiales publicados en ingl�s la contienen.
La
catalogaci�n en la publicaci�n aparece en la contraportada de los materiales e
incluye los siguientes datos catalogr�ficos: autor, t�tulo, serie, notas
bibliogr�ficas, registro con temas en ingl�s, n�mero de clasificaci�n Dewey,
n�mero de tarjetas de la Biblioteca del Congreso de los E. U. e ISBN.
Estos
datos constituyen una base para que el catalogador pueda realizar los registros
bibliogr�ficos necesarios para su biblioteca, traduciendo los encabezamientos
de materia y unific�ndolos con
base en su cat�logo de autoridad de materia, normalizando los asientos
principales y secundarios que van
a servir como punto de acceso, realizando la catalogaci�n descriptiva y
adaptando el n�mero de Cutter de autor de la clasificaci�n.
b) Uso
de cat�logos de otras bibliotecas
Como
un apoyo para las tareas de catalogaci�n y clasificaci�n nuestras bibliotecas
generalmente utilizan el National Union Catalog (NUC) de la Biblioteca del
Congreso de los Estados Unidos. Este cat�logo
nos proporciona la ficha bibliogr�fica de todas las obras que han sido
procesadas en la biblioteca mencionada.
Estas
fichas contienen todos los elementos catalogr�ficos y el registro bibliogr�fico,
aunque los temas aparecen en ingl�s, por lo que la labor de bibliotecario es
similar a la mencionada al utilizar catalogaci�n-en la publicaci�n, es decir,
traducci�n de temas, unificaci�n de asientos, adaptaci�n de la catalogaci�n
descriptiva y adecuaci�n del n�mero de Cutter del autor.
Otro
auxiliar para las bibliotecas
mexicanas es el Banco de Datos
LIBRUNAM, que contiene cerca de 400,000 registros catalogr�ficos
correspondientes a los acervos de 162 bibliotecas del sistema bibliotecario de
la UNAM.
Este
Banco de datos constituye un valioso auxiliar para la realizaci�n de los
procesos de catalogaci�n y clasificaci�n de los materiales en nuestras
bibliotecas, puesto que aproximadamente 66% de los materiales de las bibliotecas
mexicanas se encuentran incluidos (13).
Con
los registros del
Banco de Datos LIBRUNAM, los
bibliotecarios del �rea de catalogaci�n y clasificaci�n tienen que
realizar las siguientes actividades:
Normalizaci�n de
los asientos principales, secundarios y de temas. con base en los cat�logos de
autoridad manejadas por cada biblioteca, adaptaci�n de la catalogaci�n
descriptiva y adecuaci�n del n�mero de Cutter en la clasificaci�n.
c) Sistemas de
catalogaci�n centralizados.
Con la finalidad de evitar la duplicidad de esfuerzos al catalogar diversas bibliotecas un mismo t�tulo, se concentran las actividades de catalogaci�n y clasificaci�n en un sitio donde se realizan estos procesos para varias bibliotecas.
Este
modelo ha sido
adoptado por algunas bibliotecas
mexicanas, principalmente
las universitarias con
las consecuentes ventajas
de este sistema,
como son:
Abatimiento
de costos en la catalogaci�n y clasificaci�n, al contarse con un cat�logo de
uni�n, donde previamente se consulta si un t�tulo ya ha sido catalogado con
anterioridad y en caso de ser as�, �nicamente se copia o reproduce la ficha
catalogr�fica.
Permite contar con
un equipo altamente especializado en
procesos t�cnicos, lo que dif�cilmente se lograr�a en cada biblioteca, entre
otros factores, por la escasez de personal profesional que priva en nuestro
medio.
Existe una
interpretaci�n y manejo uniforme de un
mismo c�digo de catalogaci�n
y un mismo sistema de clasificaci�n
lo que redunda en una mayor calidad de
las actividades.
No obstante las ventajas se�aladas anteriormente para los sistemas de catalogaci�n centralizada existen ciertas desventajas como las se�aladas por E. G. Firsov (14)
En
muchas
ocasiones no se puede tomar en consideraci�n las situaciones especificas de
cada biblioteca, por lo cual, no se satisfacen todas las necesidades requeridas,
como en el caso de los encabezamientos
de materia requeridos
o el nivel de
descripci�n bibliogr�fica.
Tomando en cuenta las ventajas y desventajas de este modelo de organizaci�n, puede decirse que las primeras son de m�s peso que las segundas y �stas pueden ser solventadas con base en mecanismos de intercomunicaci�n entre las bibliotecas miembros y el n�cleo central para establecer y modificar las pol�ticas generales del sistema.
Cat�logos
A)
Reproducci�n de tarjetas
Podemos
afirmar que las actividades de catalogaci�n y clasificaci�n tiene como
finalidad la preparaci�n de las tarjetas necesarias para los diversos ficheros
o cat�logos a trav�s de los cuales el usuario Pueda conocer los recursos
bibliogr�ficos de la biblioteca.
Lo
anterior se logra por medio de dos procesos: un proceso intelectual que
comprende el an�lisis bibliogr�fico del material para determinar los temas,
puntos de acceso principales y
secundarios; y la
descripci�n de la obra; y
otro proceso de tipo f�sico, consistente en la elaboraci�n antes
mencionada.
Para contar con las
tarjetas necesarias para los diversos cat�logos con que la biblioteca cuenta,
se utilizan diversos medios de reproducci�n.
Entre los m�s usuales podemos
mencionara a los siguientes:
a.
Mecanograf�a
Es
el M�todo m�s econ�mico cuando se trata de la reproducci�n de un n�mero
reducido de tarjetas y como su nombre lo indica, consiste b�sicamente en la
elaboraci�n de cada una de las tarjetas que integran los diversos juegos
utilizando una m�quina de escribir.
b.
Mime�grafo
Cuando
se utiliza este Sistema se mecanograf�a un estencil de la ficha principal y con
base en �ste se reproduce la cantidad de fichas adicionales necesarias en un
peque�o mime�grafo denominado "Minigraph�.
c. Fotoduplicaci�n
Al
optar por la utilizaci�n de esta forma de reproducci�n, primeramente se
mecanograf�a la ficha principal y �sta se utiliza como modelo para obtener la
. cantidad necesaria de copias en una fotocopiadora adaptada especialmente para
manejar reproducciones en cart�n.
d.
Computadoras
La
utilizaci�n de las computadoras en las actividades de catalogaci�n y
clasificaci�n es muy amplia por lo cual, �nicamente nos referimos a la
utilizaci�n de esta herramienta para la reproducci�n de juegos de tarjetas de
nuestros cat�logos.
Los
sistemas de
c�mputo nos permiten obtener la reproducci�n de grandes cantidades de tarjetas
en lapsos
de tiempo muy corto.
Lo
anterior
presupone el
almacenar los datos bibliogr�ficos, no �nicamente con la
finalidad de
utilizar ala computadora como
una gran m�quina reproductora
de tarjetas, sino como un medio de
hacer m�s r�pida y �gil la
recuperaci�n de la informaci�n bibliogr�fica.
Los programas de c�mputo
nos permiten obtener las tarjetas catalogr�ficas ordenadas de diversas maneras:
por autor, por t�tulo, por tema, por clasificaci�n, por n�mero de adquisici�n,
etc.
Como
puede observarse, el uso de las computadoras ha sido de gran apoyo para algunas
actividades de catalogaci�n y clasificaci�n, y seguramente en el futuro
afectar�n el desarrollo y organizaci�n de estas actividades en nuestras
bibliotecas.
Para
determinar y elegir cual es la forma de reproducci�n m�s adecuada y
conveniente a nuestra biblioteca, debemos estudiar y analizar cuidadosamente
algunos factores como los se�alados por K. G. Batiewell (15).
N�mero
de copias requeridas
N�mero
de juegos necesarios
Calidad
requerida en las copias
Necesidad
de los asientos secundarios
Detalle en los
asientos
Costos
Personal disponible
B)
Mantenimiento de cat�logos.
Las
actividades de catalogaci�n y clasificaci�n no pueden considerarse concluidas
hasta que las tarjetas han sido insertadas en los diversos cat�logos que la
biblioteca posee, por lo cual, la labor de mantenimiento y actualizaci�n de cat�logos
es de vital importancia en las bibliotecas, puesto que de nada sirve que al
material bibliogr�fico se le haya hecho un an�lisis con la finalidad de
asignarle los temas convenientes y los puntos de acervo necesarios, si la
tarjeta que contiene estos datos no es puesta a disposici�n de los usuarios.
La
tarea de mantenimiento de cat�logos aparte de incluir la inserci�n de tarjetas
correspondientes a nuevos t�tulos catalogados comprende otra serie de
actividades (16).
Alfabetizaci�n de nuevos
asientos
Reemplazo de
tarjetas a las cuales se les ha cambiado asiento
Substituci�n
de tarjetas gastadas
Reubicaci�n de grupos de tarjetas
mal colocadas
Rectificaci�n de
errores o inconsistencias en la alfabetizaci�n
Modificaci�n
de los asientos afectados por
los cambios de pol�ticas
Creaci�n
de nuevos encabezamientos cuando es necesario
Creaci�n
de subencabezamientos de materia cuando existen un n�mero considerable de
tarjetas bajo un encabezamiento
Inserci�n de gu�as de cat�logos
Si
analizamos lo
anterior expuesto podemos
darnos cuenta que las actividades de actualizaci�n y mantenimiento de cat�logos
requieren de un amplio conocimiento de las actividades y pol�ticas de
catalogaci�n que se llevan a cabo en la biblioteca.
Por �ltimo, cabe
se�alar que para la correcta realizaci�n de las actividades de alfabetizaci�n
es necesario contar con un c�digo el cual puede ser las Reglas para la ordenaci�n
alfab�tica de los cat�logos de la ALA (17)
Conclusi�n
El
realizar el
an�lisis de un libro para determinar los temas principales que el autor abord�,
as� como determinar los posibles puntos a trav�s de los cuales el usuario
pueda localizar esa obra, constituyen una labor en la que se requiere un grado
elevado de destreza t�cnica, as� como una amplia cultura general, imaginaci�n
y buen juicio para tomar las decisiones m�s adecuadas.
Por lo anterior,
las actividades de catalogaci�n y clasificaci�n deber�n de estar a cargo de
personal altamente capacitado para la buena realizaci�n de ellas, con lo cual
se garantizar� la eficiencia de los servicios.
Asimismo, el
administrador de estas actividades deber� organizarlas adecuadamente para que
el material bibliogr�fico este a disposici�n del usuario en el menor tiempo
posible despu�s de su adquisici�n y al menor costo posible, adem�s de
proporcionar la cantidad exacta de detalles bibliogr�ficos que requieran la
mayor�a de usuarios, esto es, buscar el justo medio entre una descripci�n
bibliogr�fica extremadamente compleja y una insuficiencia
de datos bibliogr�ficos.
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of
Cataloging practice.
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Batiewell,.
- - Ibidem � p. 212
Seely,
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- - 87 p.
UNAM. Direcci�n General de Bibliotecas
Ciudad Universitaria
M�xico, D. F.