Retos y perspectivas en la conservación, preservación y restauración de materiales bibliográficos
Ma.
del Rosario Quiroz Flores
Dirección
General de Bibliotecas
Es
interesante destacar que la difusión del libro origina la formación de
bibliotecas tanto institucionales como particulares.
El
sistema bibliotecario en nuestro país se encuentra en una de sus mejores etapas
para impulsar al libro, instrumento básico de imaginación y cultura, válvula
de escape del deseo de opinar y exteriorizar ideas y conceptos, de esta manera
el hombre desde el principio de los tiempos ha tenido el deseo de transmitir su
pensamiento, experiencias, observaciones, acciones, acontecimientos,
descubrimientos y todos los sucesos de su vida a través de los medios a su
alcance.
Fue
así como ideó el dibujo rupestre o pintura, el registro por nudos y otros
medios.
Simultáneamente
siente la necesidad de conservar estos conocimientos para las siguientes
generaciones y es ahí donde se origina la conservación, preservación y
restauración, sirviendo para la continuación de los avances de la
civilización al no dejar sujeto exclusivamente a la memoria el registro de las
conquistas en todos los órdenes de la vida.
El
hombre visionario, constructor, creador de civilizaciones y culturas que
maravillan la mente humana, es también, paradójicamente, el mayor destructor
de sus asombrosas creaciones.
Depredador
implacable, a veces supera las proporciones de las catástrofes causadas por los
elementos desencadenados, en contra no sólo de su propia obra, sino hasta de
los bienes de la naturaleza que constituyen su habitat.
Inundaciones,
guerras, terremotos e incendios, han sido y continúan siendo otras de las
principales amenazas a los valores de la cultura.
Consideremos
pues categóricamente al hombre como el enemigo número uno del patrimonio
cultural y en seguida a los siniestros y desastres.
De esta manera quienes estamos relacionados con la conservación del patrimonio cultural de la humanidad, estamos obligados todos, no nada más los conservadores y restauradores, a preservar de una manera reflexiva -a que el hombre encuentre su identidad en el tiempo y el espacio-.
Poco
se ha contemplado la conservación en los acervos y archivos documentales, desde
el punto que se resuelve el "consultar y guardar", existiendo pocos
caminos para incrementar la investigación científica evolutiva y progresista
en la conservación, y preocupa los casi nulos proyectos de las instituciones,
ya que poco se contempla la conservación dentro de un programa integral,
constituyendo éste la prioridad fundamental, en vista de que sus acciones van
dirigidas hacia una porción más amplia de los acervos, que son el punto de
partida de cualquier programa completo que incluye todas las medidas necesarias
para la aplicación de esta técnica como protección al material bibliográfico
siguiendo los métodos y criterios vigentes.
La
búsqueda de la protección a los acervos bibliográficos es actitud dinámica,
no estática, dinámica no sólo como prevención, sino en proyectos y
seguimientos permanentes permitiendo una verdadera y real protección ante el
desarrollo notable de la cultura. Considerando
que la conservación se encuentra en sus inicios, deberán buscarse
posibilidades para su difusión, pues no es suficiente la bibliografía
existente. Sugiriendo la realización
de un programa de planeación en conservación y preservación de manera sistemática
en base a técnicas, equipo de estudio, fuerza de trabajo, bases de estudio,
situación actual, modelo de estudio de preservación planteando problemas,
factores, estrategias y métodos de solución, de acuerdo a las políticas
internas.
Por
otro lado, nuestra herencia cultural y los registros de la civilización humana
se encuentran seriamente amenazados, ya que un aspecto importante al que debemos
referirnos es a la educación de todos aquellos que de un modo o de otro nos
involucramos en el uso y manejo del material bibliográfico.
Esto obliga a una concientización para una buena conservación de
nuestro acervo, por lo que se debe considerar la realización de programas de
orientación tanto en la búsqueda de información como en su consulta.
Es
bien sabido que en nuestra sociedad no se encauza a tener un acercamiento a los
libros, por lo tanto es labor imprescindible de bibliotecarios difundir estas
normas de manejo, dando con esto una nueva dimensión, cuyo propósito
fundamental sea ofrecer a los usuarios bibliotecas eficientes y funcionales que
redundarán en un mejor aprovechamiento de las mismas.
Cabe
mencionar que desarrollar un programa con este objetivo representa un elevado
riesgo así como un alto costo; sin embargo, los beneficios se reflejan al
finalizar la aplicación de esos cursos de acción.
Millones
de libros se están desintegrando a consecuencia de que un incendio químico está
ardiendo lentamente en todas las bibliotecas del mundo.
Miles de libros se están degradando, entendiendo por degradación a un
conjunto de alteraciones de la celulosa que disminuyen su grado de polimerización,
afectando las propiedades mecánicas del papel, su viscosidad, produciendo
decoloraciones llegando en último extremo a una condición de fragilidad
quebradiza, siendo los libros publicados a finales del siglo XIX los más
severamente afectados.
Pero
la gran mayoría de los libros impresos durante este siglo son vulnerables y
corren el peligro de desintegración a menos que sean desacidificados.
(eliminación de acidez en el papel).
El
establecimiento de la producción industrial de papel a mediados del siglo XIX
sembró las semillas del desastre que ahora enfrentan las bibliotecas a nivel
mundial. En respuesta a la
creciente demanda de libros, se construyen molinos para convertir la pulpa de
madera en papel. El proceso de
producción involucró productos químicos en el encolante, componente
importante en la fabricación del papel. El
proceso de encolado interno (también llamado amortiguador) se desarrolló desde
principios de siglo, empleando brea o colofonia; ésta es el residuo resinoso de
la destilación del aguarrás de los extractos de pináceas; es una resina muy
soluble, con índices de acidez del orden de 165 a 175, correspondiente a una
proporción entre 89 a 97% de ácido resínico y ácido abiético, su componente
principal, por ello es ácida; complementando este proceso con estabilizadores y
modificadores naturales; dando como resultado la alteración por la interacción
entre el papel y algún tipo de energía o por contacto de éste con sustancias
del medio ambiente.
Desde
la década de los 80's hasta la fecha, la mayoría de los libros del mundo se
están imprimiendo sobre papel ácido.
La
Biblioteca del Congreso en Washington estima que 98% de sus 15 millones de
libros están impresos sobre papel ácido y que requerirán del proceso de
desacidificación tarde o temprano; una cuarta parte ya se encuentra demasiado
frágil para poder utilizarse normalmente.
Como
medida provisional las bibliotecas están microfilmando algunos de los volúmenes
más vulnerables para capturar la información que contienen antes de que se
desintegren. Pero el proceso de
microfilmación es costoso los costos totales superan los 100 dólares para un
libro común- y no protege al libro como un objeto físico.
Debido
a que autoridades, conjuntamente con bibliotecarios, han tomado conciencia del
problema en los últimos años, auspician investigaciones sobre los procesos químicos
que podrían utilizarse para lograr una desacidificación masiva de los libros.
Aunque
se reconoce la urgencia de resolver el problema de la acidez en los libros, las
bibliotecas no se están apresurando para invertir en el proceso de
desacidificación masiva. La falta
de partidas presupuestases y la cautela natural de los partidarios de la
conservación de libros se ven reflejados en el siguiente comentario:
"Una
dificultad es que todos los métodos del tratamiento masivo van en contra de un
principio básico del trabajo de conservación.
Todo lo que se haga debe ser reversible", dice Derrick Priest,
profesor de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Manchester.
Algunos
expertos en conservación desean más información sobre el efecto a largo plazo
de los productos químicos como "amortiguadores" o protectores que se
agregan en la fabricación del papel.
Es
así que la Biblioteca del Congreso próximamente emitirá una petición formal
de propuestas para las bibliotecas que manejan un millón de libros al año,
espera que esto estimule a otras bibliotecas universitarias a aceptar la
desacidificación masiva.
Los
especialistas en papel dicen que el proceso de desacidificación masiva podría
convertirse en un negocio internacional de 100 millones de dólares al año en
un lapso de 10 años, conservando no sólo los libros de las bibliotecas sino
también los archivos de las compañías, los documentos legales y cualquier
cosa que valga la pena y que esté escrita sobre papel, que de otra manera se
destruiría.
Podemos
ahora sintetizar todo lo anterior diciendo que la gran importancia de la
conservación y restauración en el mundo contemporáneo nace con la creación y
el desarrollo de las ciencias sociales. Gracias
a ellas el hombre ha llegado a la convicción de que su cultura es un proceso
continuo de transformación que necesita conocer y comprender, porque solamente
así podrá ubicarse en el presente y planear su futuro.
En las últimas décadas han llevado a las
ciencias sociales a cuatro aportaciones bien definidas:
1º Concepción integral del proceso de
transformación del hombre.
2º Respeto a los hechos y a los
testimonios objetivos de ellos.
3º Rigor metodológico para proteger la
autenticidad de testimonios.
4º Conciencia del valor delatorio de todos
los vestigios de las actividades humanas del pasado.
Dando
como resultado que en estas cuatro aportaciones básicas radican los retos y
perspectivas a seguir dentro de la restauración, conservación y preservación
de las culturas.
Ma. Elena Paullada, Tesis
198?. Escuela Manuel del Castillo
N.
Julius Grant. "Manual
sobre la fabricación de pulpa y papel"
Gettens y Stowt, 1966
Excelsior 25 marzo 1990 Publicación.
Dr. Carlos Chanfón Olmos,
"La Teoría de la Restauración"