Palabras pronunciadas por el Lic. Pablo Arroyo Ortíz, Director de la Facultad de Economía de la UNAM Presidente Constitucional de la República Mexicana, La comunidad de la Facultad de Economía, sus profesores, sus estudiantes, trabajadores y exalumnos, queremos expresar nuestro agradecimiento al Presidente Carlos Salinas de Gortari, por abrirnos las puertas de esta residencia y escuchar los planteamientos acerca de los proyectos de cambio, en los que estamos trabajando a fin de adecuar nuestra institución y así estar en condiciones de responder a los desafíos de la sociedad actual. Tenemos la exigencia de cumplir de la mejor manera posible, nuestras tareas de docencia, investigación y difusión de la ciencia económica. Para cumplir con esta responsabilidad, la comunidad entera se encuentra desde hace varios meses, en un proceso de trabajo que le permitirá fortalecer los valores que siempre han caracterizado a nuestra Facultad. Como la escuela formadora de economistas al servicio del pueblo de México, encumbrados como ahora y siempre, preocupados por entender los problemas de la nación, con seriedad académica y con sentido crítico constructivo en el ámbito de la pluralidad teórica que enriquece el desarrollo de la economía como a toda ciencia. Conocemos los problemas que tiene nuestra Facultad, sabemos que es preciso afrontarlos con la mayor responsabilidad para encontrar soluciones que permitan sobreponer los obstáculos que han hecho desmerecer nuestro trabajo. No ignoramos las críticas y comentarios que con fundamento se han expresado de nuestra querida Escuela de Economía. Pensamos transformar nuestra Facultad en los marcos establecidos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Queremos responder con el mejor nivel académico a la demanda de los jóvenes que han escogido ser economistas. Les ofreceremos, sin distingos de origen o condición social, la posibilidad de formarse y ser capaces de aplicarse en el ejercicio profesional. Pensamos en economistas en condiciones de competir con una amplia cultura económica, con conocimiento de las teorías, técnicas e instrumentos que reclama la economía actual. Economistas con capacidad de acceder a la información económica nacional e internacional, economistas formados en la libertad del saber, para analizar los problemas económicos de México a partir de requerimientos de la historia y de los intereses de nuestra nación. Los alumnos que hoy pasan por nuestras aulas deberán afrontar los retos del futuro, consecuencia de los grandes cambios que se gestan y desarrollan en estos años. Deberán afrontar los desafíos que vive nuestra patria; del nuevo contexto geopolítico, de la globalización y la nueva regionalización económica. Los desafíos del libre comercio, del avance tecnológico, de los retos del empleo y la productividad, de los riesgos del desarrollo y su afectación en el medio ambiente y la población. Por el carácter de nuestra Universidad y el origen de nuestros alumnos enseñaremos la idea de un estado libre, soberano y democrático, preocupado por la equidad, sabedores de que la pobreza es el peor de los esquilmos resultantes de la crisis. Nuestros egresados serán capaces de seguir atendiendo la demanda del mercado profesional. Pero también, y me refiero a los mejor preparados, podrán desarrollar estudios de posgrado e incorporarse al ámbito de la academia, en la docencia, la investigación o bien desempeñarse como profesionales de excelencia. Esto es factible porque formamos parte de una institución autónoma y nacional, la más importante por su tamaño y calidad de todas las universidades públicas. Esto es realizable porque vivimos en una sociedad libre. Esto es posible porque nuestro compromiso es con México. Para lograr estos propósitos la comunidad trabaja en cinco líneas de acción estratégicas que pretenden la reforma académica integral de la Facultad de Economía. La revisión y cambio del Plan de Estudios es un objetivo obligado. Para este propósito, el Consejo Técnico desarrolla desde hace varios meses una serie de acciones que nos llevarán dentro de poco, a un nuevo currículum académico. La actualización y capacitación de nuestros profesores, tarea emprendida desde hace varios meses, es una condición esencial para instrumentar la reforma. Entendemos la gran responsabilidad de ser los mentores de jóvenes que pronto tendrán en sus manos el destino de la nación. Sabemos que nuestra investigación sirve para conocer mejor los problemas económicos de México, para buscar, desde la distancia que nos da la autonomía universitaria, alternativas y soluciones, siempre con responsabilidad y seriedad académicas. La superación de los alumnos es una acción permanente, desde la selección de los que estarán en nuestras aulas, la conducción de los que tengan mejores habilidades, su formación en la disciplina y el rigor de la ciencia en un ambiente de emulación académica, son acciones que sin duda nos llevarán a tener mejores estudiantes y mejores profesionistas. La institucionalización de la vida académica es una meta lograda. Al entendernos como parte de una sociedad y con la responsabilidad de ser universitarios, tenemos los marcos que nos permitirán alcanzar con éxito nuestros objetivos. La quinta línea de acción es la necesaria adecuación y remodelación de nuestras instalaciones. Para lograr los objetivos anteriores se necesita nuestra voluntad de cambio, pero también es preciso disponer de condiciones materiales de trabajo. Hasta ahora hemos avanzado, con recursos propios y del presupuesto universitario, en la restauración de algunas aulas y espacios de trabajo académico. Hemos logrado ampliar el equipo de cómputo. Trabajamos con los exalumnos para adecuar el edificio de la antigua Escuela de Economía, como un centro de Educación Continua. Hemos conseguido mejor mantenimiento y cuidado de nuestras instalaciones, esto con la colaboración destacada de trabajadores y alumnos. Estos esfuerzos son muy limitados ante las necesidades de nuestra escuela. Para regenerar el ambiente académico y mejorar nuestros servicios, se requiere adecuar el Centro de Cómputo y Comunicaciones, aulas con instalaciones de audio y video, para el uso de los medios actuales de la enseñanza y para cubrir una necesidad urgente, la enseñanza de idiomas. Todo esto es importante, no obstante una obra es urgente, necesitamos construir una biblioteca. Los economistas del siglo XXI necesitan desde ahora una biblioteca con instalaciones amplias y adecuadas. Requieren de un acervo actualizado y suficiente, así como de la tecnología informática más reciente, para que los usuarios tengan posibilidad de acceso a bancos de información tanto nacionales como del extranjero. Concebimos la biblioteca universitaria contemporánea como un centro de información complejo donde se encuentre un libro, un documento, una revista especializada y se tenga acceso automatizado a las fuentes de datos más relevantes para nuestra profesión. A ella deben acudir nuestros estudiantes y profesores con la confianza de encontrar un espacio de trabajo y de apoyo a sus estudios e investigaciones. También queremos que asistan a ella los exalumnos y público en general para encontrar en nuestra Facultad la información económica. Nuestra biblioteca debe ser el corazón de la vida académica, un centro de extensión del conocimiento y de servicio a la sociedad entera. Para lograr estos propósitos un primer paso fue nombrar una comisión que se abocara a mejorar los servicios de nuestra actual biblioteca y rescatar el rico acervo de más de cien mil volúmenes que datan desde el siglo XVII. Más tarde emprendimos la tarea de integrar un Patronato que nos permitiera reunir fondos necesarios para esta obra. Planteamos el proyecto al Dr. Sarukhán, Rector de nuestra Universidad y nos autorizó convocar a un grupo de destacados y destacadas economistas para que en coordinación con el Patronato Universitario iniciáramos esta empresa. Acudimos a los economistas que en diversos sectores pudieran ser representativos de los mejores profesionales de México, también pensamos en ellos porque encabezan a importantes grupos de economistas que deben estar relacionados con este proyecto, recurrimos a ellos porque son exalumnos, porque son líderes y ejemplos de nuestra profesión. A todos ustedes que aceptaron formar parte del Patronato Pro Biblioteca de la Facultad, quiero expresarles nuestra gratitud por colaborar con este noble proyecto, con pleno respeto a nuestra vida universitaria. Señor Presidente. Usted fue de los primeros en saber de nuestros planes, gustoso y sin condiciones nos motivó para desarrollarlos. Estamos aqui para solicitarle su apoyo y a nombre de la Comunidad de la Facultad y del Patronato, pedirle con toda deferencia, acepte presidir la campaña que dirigiremos a nuestros egresados y a la sociedad en general para hacer realidad una nueva biblioteca para la facultad de Economía. Muchas gracias. |