Palabras pronunciadas por el Doctor José Sarukhán Kérmez, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México


Lic. Carlos Salinas de Gortari,
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos;
Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León,
Secretario de Educación Pública;
Colegas Universitarios

Una vez mas la comunidad universitaria es recibida por el Presidente de México para escuchar algunos planteamientos sobre necesidades imperiosas y rezagos en la infraestructura de la Universidad Nacional. Lo hacemos nuevamente ante el Presidente Carlos Salinas, con la confianza que genera su interés por la educación superior del país; por su comprobada voluntad de apoyar a la universidad pública; por su respeto a la autonomía y libertad de que goza la Universidad Nacional Autónoma de México; por su reiterado cuidado en escuchar nuestros problemas y los planteamientos consecuentes; lo hacemos por todo ello, sin preocupación alguna y sin asomos de falsos pudores. La Universidad sabe que puede y que debe acudir ante su gobierno para cumplir de mejor manera los fines encomendados por la sociedad mexicana.

Lo hacemos con la certeza de que el gobierno comprende que las perspectivas de un país en pleno crecimiento y en busca del equilibrio de su desarrollo, como el nuestro, no puede dejar a un lado a la universidad pública, ni permitir deterioros en la formación de los jóvenes mexicanos que acuden a sus aulas.

Los economistas mexicanos, formados primero en la Escuela Nacional de Economía y más tarde en la actual Facultad de Economía, han asistido al llamado que les ha formulado su propia comunidad y participarán en un programa de recaudación de fondos, cuyo primer objetivo será la construcción de la Biblioteca de la Facultad de Economía. No obstante el esfuerzo que ya despliegan mediante la creación de un Patronato y de la promoción correspondiente para la recaudación de fondos, siguiendo ya una tradición universitaria que refuerza el sentido de pertenencia y de responsabilidad frente a una comunidad académica y profesional, es necesario que el poder público destine fondos sustanciales que permitan el desarrollo cabal y eficiente del proyecto constructivo de la nueva biblioteca. No todo corresponde al gobierno, pero no todo puede tampoco hacer una comunidad académica.

La Facultad de Economía ha jugado un papel relevante en el desarrollo del país. Por sus aulas han pasado los mejores economistas mexicanos. Allí se han enseñado las mejores lecciones y sus luces han iluminado muchas decisiones que han determinado rumbos y orientaciones del país. Buena parte del futuro que enfrenta promisoriamente la Nación estuvo diseñado en los salones de Economía. La Facultad de Economía, no obstante, ha sufrido, como la Universidad misma, como el propio país - si hemos de ser justos- muchas vicisitudes y dificultades que debe superar. Este acto y el compromiso de la comunidad de economistas mexicanos, muestra que los pasos que se han dado por la actual administración académica de la Facultad de Economía son los adecuados y que la Facultad, si bien requiere apoyos externos al presupuesto institucional asignado, también los merece y son justificados. En este sentido, la comunidad de economistas mexicanos tendrá frente a sí el reto de sumarse al proyecto de la construcción de la nueva Biblioteca de la Facultad de Economía, como lo hacen ya la comunidad de la Facultad de Ciencias y la comunidad de la Facultad de Derecho por sus propias bibliotecas.

Los recintos para libros son fundamentales para el proceso de docencia y de investigación. Poco podría avanzarse en el terreno académico sin bibliotecas bien dotadas, equipadas con nuevas tecnologías, con personal bien capacitado, que inviten al estudio, a la reflexión y generen la inquietud intelectual.

Reconocemos al Presidente de México su interés por su Escuela, por su comunidad académica y por su Universidad. A partir de esta reunión la Facultad de Economía, y gracias a la generosidad presidencial que valoramos abiertamente, debido al compromiso de la comunidad de economistas mexicanos y al empeño de los universitarios por mejorar su casa de estudios, será posible que la Facultad de Economía disponga de una biblioteca como la que reclama la comunidad y como la que merece la ciencia económica mexicana. Un recinto como el que, para fortuna ya de muchos universitarios, disponen otras facultades, escuelas, institutos y centros.

La construcción de la nueva biblioteca de la Facultad de Economía rescata una tradición mexicana y que es precisamente la de disponer de magníficas bibliotecas. En los siglos XVI y XVII nuestro país fundó las primeras y mejores bibliotecas coloniales de América. Esta tradición fue respetada por los liberales mexicanos del siglo XIX y en este siglo los esfuerzos de los gobiernos revolucionarios han llevado a configurar una red impresionante y sólida de bibliotecas públicas, desde las que ya existen en cada municipio del país, hasta nuestra Biblioteca Nacional, que apenas hace unos días vió el beneficio de una decisión presidencial. La aportación financiera del gobierno federal para la construcción total del edificio del fondo reservado de la Biblioteca Nacional y de la primera fase del correspondiente a la Facultad de Ciencias ilustra el interés por la Universidad y da lustre al gobierno que así apoya a la cultura nacional.

La UNAM plantea nuevamente ayuda para un proyecto de expansión académica que sabemos está plenamente justificado y al mismo tiempo la institución asume el compromiso que conlleva solicitar recursos extraordinarios. Estos fondos - de generarse como esperamos- habrán de aplicarse con estricto apego a las reglas que nuestra institución universitaria se ha dado, a fin de que en el menor tiempo posible y conforme a lineamientos que aseguren la eficiencia en la construcción y equipamiento de la nueva Biblioteca, los estudiantes de economía puedan disponer de un magnífico servicio bibliotecario.

Deseo manifestar en esta tribuna pública que la UNAM está consciente que la responsabilidad que se asume este día no está únicamente circunscrita a la construcción de una biblioteca más. La biblioteca es apenas una primera piedra, que va acompañada de los recursos financieros para asegurar la compra periódica de libros y revistas que permiten que la biblioteca se mantenga actualizada y dé un buen servicio a sus usuarios. La UNAM está preparada desde el punto de vista presupuestal para asignar recursos crecientes a la adquisición de libros, una de las prioridades de la administración universitaria desde hace varios ejercicios.

Asumimos el compromiso de administrar una biblioteca para economistas del siglo XXI, con libros que estén a la vanguardia y revistas especializadas que permitan conocer lo que ocurre en este nuevo mundo en el que México está ya inserto y en el que la economía es uno de los actores protagónicos. Una biblioteca es una tarea sin término, que para beneficio de la Facultad de Economía y de la Universidad Nacional hoy hemos iniciado en una fase de modernización de la enseñanza de esta ciencia social.

Deseo manifestar una vez más el reconocimiento de la Universidad Nacional Autónoma de México al jefe del Estado mexicano por su generosidad y apoyo a los distintos planteamientos que nos permite formularle.

Señor Presidente de la República.

Debo expresar que la Universidad Nacional Autónoma de México está preparada para responder a la política presidencial de impulso a la educación superior y de mejoramiento de la infraestructura física. Gracias a la generosa ayuda oficial y a la comprensión presidencial avanzamos ya en la construcción de la biblioteca de la Facultad de Ciencias - viejo sueño de la comunidad científica mexicana- y este año concluiremos la construcción del edificio del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional. El proyecto de la Biblioteca de la Facultad de Economía nos permite mirar confiadamente el futuro inmediato de la enseñanza de la economía. Permítame asegurarle señor Presidente, señores integrantes del Patronato pro-construcción de la Biblioteca de la facultad de Economía, que la Universidad valora este notable esfuerzo y que sabrá corresponder a la confianza que hoy se le refrenda. Estamos ciertos de que acciones como las que hoy nos congrega son parte significativa de la política de resolución de las dificultades y problemas de la educación superior del país. En este empeño deseamos ofrecer nuestra contribución y la de los universitarios mexicanos que han decidido dedicar su vida y talento a los mismos fines de la Universidad Nacional Autónoma de México.