*Las cifras demuestran que las mujeres no tienen el mismo reconocimiento laboral y salarial que los hombres

Con la intención de reflexionar y generar un intercambio de impresiones, encaminado a promover la construcción de equidad e igualdad de género, la doctora Ana Cecilia Chapa Romero, profesora e investigadora de la Facultad de Psicología dictó una conferencia titulada “Mujeres y violencia cotidiana: repercusiones psicosociales”, en la Biblioteca Central de la UNAM, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Al respecto, señaló que a pesar de que año con año las comunidades de mujeres en diversos lugares del mundo exigen la erradicación de la brecha social y la violencia de género, las cifras demuestran que las mujeres no tienen el mismo reconocimiento laboral y salarial que los hombres.

 

*En cuanto a las prácticas de violencia ejercidas por los hombres en contra de este sector de la población, relativas a los maltratos físicos, en muchos de los casos extremos, se han cometido homicidios, humillaciones y diversos tipos vejaciones sexuales. A todo esto se suman los mensajes velados emitidos a través de las redes sociales, con el pretexto de hacer la vida más llevadera, a través de bromas, chistes y comentarios malintencionados, que hablan de la condición inferior femenina, su subordinación laboral, su rol materno y sus obligaciones como amas de casa, lo cual implica la realización de todo tipo de tareas domésticas.

 

La doctora Ana Cecilia Chapa indicó que las repercusiones que sufren las mujeres a consecuencia de dichas prácticas pueden ser de tipo físico o mental, en ambos casos se pueden presentar una serie de anomalías en la conducta de las mujeres que han sufrido algún tipo de agresión, o algún problema de salud como el síndrome del intestino irritable o la fibromialgia, entre otras alteraciones. Pero lo más complicado del asunto es que en muchas de las ocasiones esas agresiones son permitidas y justificadas socialmente, porque no se levanta la denuncia correspondiente, quizás porque se trata del cónyuge, del padre de familia, del novio, del compañero de trabajo, o del amigo de la víctima.

 

Dra. Ana Cecilia Chapa Romero (Facultad de Psicología-UNAM)
Dra. Ana Cecilia Chapa Romero (Facultad de Psicología-UNAM)

 

En otros casos más extremos, se levanta la denuncia correspondiente pero se sabe de algunos, en que en la entidad legal a la que se acudió les indicó que la agresión cometida contra la denunciante no ameritaba el encarcelamiento del agresor, por tratarse de agresiones menores. Al respecto hay que tener cuidado porque la agresión va subiendo de nivel, puede comenzar con empujones, pellizcos, bofetadas o sometimiento corporal, que no dejan huellas aparentes de la agresión cometida. Este tipo de actos se han incrementado, hasta alcanzar altos porcentajes de violencia emocional, económica, física y sexual.

Este último punto es uno de las más difíciles de reportar porque se ejerce a nivel comunitario, en la calle, el transporte público, en los centros de trabajo, en aulas escolares y en la casa. Es una práctica sistemática que se vale de frases lascivas, tocamientos, acoso sexual, caricias, insinuaciones realizadas de forma sutil o sarcástica, pero todas en su conjunto se han incrementado. También se les observa en las diversas redes sociales, ya sea a través de frases, imágenes o videos, sin que nadie regule su contenido.

Por otro lado, la doctora Chapa Romero señaló que se ha ido avanzando en nuestro país en materia legal para sancionar la violencia contra las mujeres, como es el caso de la expedición de la Ley General de Acceso de la Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con la finalidad de dotar a la sociedad de una herramienta normativa para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia; de igual modo se tipificó el feminicidio como delito penal, entre otras acciones. También se han visto acciones de los organismos civiles, las entidades educativas y la población civil en general, a través de campañas de prevención.

Por último, la ponente habló de algunos mitos que se han construido en torno a esta problemática encaminados a justificar la violencia contra las mujeres y culpabilizar a las víctimas, apoyados en cuestiones tan absurdas como la forma tan provocativa de la vestimenta usada, los lugares nocturnos a los que acuden, las conversaciones que entablan con gente desconocida, o el consumo de bebidas alcoholizadas, entre muchos pretextos más, que pudieran interpretarse como invitaciones a disponer de las mujeres como si se tratara de objetos sexuales.

En su momento, la abogada Virginia Ibarra Godínez, de la Unidad para la Atención de Denuncias de la UNAM (UNAD), durante su participación titulada “Violencia de género: impacto en las víctimas” se refirió a la aplicación del protocolo que se sigue en la Universidad para la atención de los casos que se llegan a presentar relativos a la violencia de género, en el cual se brinda apoyo a toda la comunidad universitaria. En este sentido, los actos violentos pueden ir desde una agresión física directa hasta chistes misóginos o sexistas sobre mujeres disfrazados de humor, pero en el fondo se busca atacar y denigrar a las mujeres.

 

"Lic.
Lic. Virginia Ibarra Godínez (Unidad para la Atención de Denuncias de la UNAM)

 

Como ejemplo de estas añejas costumbres, presentó algunos spots comerciales donde se ven escenas donde se presenta a las mujeres en la venta de productos, los cuales muestran poca ropa, con posturas muy sugerentes y frases con doble sentido, que denotan una desvalorización de las mujeres.

Enseguida, la abogada Virginia Ibarra explicó la diferencia entre el hostigamiento y el acoso sexual. En el primer caso está de por medio un nivel jerárquico, ya sea de jefe a subordinada o profesor a alumna, y en el segundo caso se pueden presentar situaciones donde el individuo realiza insinuaciones directas, como por ejemplo alguna frase que diga “quiero todo contigo”, pero llevada a cabo entre personas en igualdad de circunstancias como son los compañeros de trabajo, o de clase escolar. Aquí hay que poner mucha atención, porque si la persona no quiere acceder a dichas insinuaciones se entra al terreno del acoso sexual.

Otras situaciones que se pueden llegar a presentar son: el despido laboral por embarazo, el acecho de algún conocido o desconocido, el asesinato de mujeres, la publicación en las redes sociales de mujeres desnudas o en actos íntimos, y la publicación de videos comprometedores sin que se tenga el consentimiento de la persona involucrada. Un remedio para mitigar dicha problemática podría ser la formación de los niños desde casa para que aprendan valores encaminados al respeto y valoración de las mujeres; se trate de quien se trate, la madre, la hermana, la profesora, la jefa o la pareja, todas por igual merecen el mismo respeto.

 

 Público asistente a las Conferencias organizadas en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Público asistente a las Conferencias organizadas en el marco del Día Internacional de la Mujer.

 

Al final de su charla, Ibarra Godínez invitó al público asistente a acudir a la UNAD en caso de presentar algún problema dentro de las instalaciones de la UNAM, con la seguridad de que se dará atención y seguimiento puntual, con el apoyo de un equipo de profesionales multidisciplinario.

El evento fue presentado en la Sala de Consulta de la Biblioteca Central por la doctora Verónica Soria Ramírez, subdirectora de Servicios Bibliotecarios, en representación de la doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva.

Reseña: María del Rosario Rodríguez León
Fotos: Julio Zetter Leal