*Es de vital importancia el fortalecimiento de los servicios de información a través de las aplicaciones móviles, pero cuidando de sobremanera la calidad de vida del usuario y del medio ambiente.

En la actualidad, se requiere establecer acciones concretas encaminadas a fortalecer los servicios que ofrecen las bibliotecas a la comunidad universitaria, principalmente en el aspecto tecnológico, con la finalidad de aumentar su uso y mostrar que no solamente se ofrece información de calidad, también se busca que se llegue a ésta de una forma más rápida y accesible. Aunque se tiene claro que una gran parte de la población acude a los poderosos motores de búsqueda, principalmente a Google, para la biblioteca esto representa un reto más; por un lado tiene que ofrecer información de actualidad y, por otro, atraer a un mayor número de usuarios mediante la implementación de la tecnología en sus servicios bibliotecarios, asegurándose de que llegue a un mayor número de personas y de forma inmediata.

Es así como la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM, a través de su Subdirección de Planeación y Desarrollo, a cargo de la maestra Martha Ibáñez Marmolejo, realizó el Encuentro de Ecosistemas Bibliotecarios, cuyo programa consideró la importancia que tiene el fortalecimiento de los servicios de información a través de aplicaciones móviles, pero cuidando de sobremanera la calidad de vida del usuario y del medio ambiente. Esto quiere decir que se procura atender los aspectos relacionados con las exigencias arquitectónicas, así como el acondicionamiento del hábitat, al considerar una adecuada iluminación, climatización, mobiliario y una agradable atmósfera de trabajo.

Al respecto, la directora general de Bibliotecas, doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva, durante la inauguración del evento indicó que esa dependencia se suma al interés por impulsar este tipo de iniciativas enmarcadas en el contexto de la cultura verde, pues -como se sabe- hoy en día las bibliotecas se han preocupado por alcanzar la categoría de -bibliotecas verdes, con el afán de evitar el deterioro ambiental y al mismo tiempo sumarse a los objetivos que plantea la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Dra. Elsa M. Ramírez Leyva (izq.), Directora General de Bibliotecas (izq.) y Mtra. Martha Ibáñez Marmolejo (der.), Subdirectora de Planeación y Desarrollo de la DGB
Dra. Elsa M. Ramírez Leyva (izq.), Directora General de Bibliotecas (izq.) y Mtra. Martha Ibáñez Marmolejo (der.), Subdirectora de Planeación y Desarrollo de la DGB

 

Añadió que también es necesario poner en acción las buenas prácticas como el reciclado de papel, la iluminación ecológica LED, el ahorro de insumos, el de agua y el de energía eléctrica. Asimismo, se tienen que hacer extensivas estas buenas prácticas hacia otras entidades educativas universitarias.

Como ejemplo de una biblioteca que piensa en el medio ambiente, el licenciado Alejandro Machorro, coordinador de la Biblioteca del Centro Cultural “Pedro López Elías”, ubicado en Tepoztlán, Morelos, habló sobre este importante proyecto que cuenta con paneles fotovoltaicos que generan la energía eléctrica del lugar; con un sistema de almacenamiento de agua de lluvia, que posteriormente es filtrado y potabilizado para el consumo humano.

Alejandro Machorro detalló que la biblioteca también cuenta con un sistema de ventilación que evita el exceso de humedad y filtra los agentes contaminantes. En lo que respecta a uno de los recursos más importantes como es el agua, se pensó en un sistema de goteo que la hiciera más eficiente dentro y fuera del edificio de la biblioteca. De igual modo, se cuenta con un domo que funciona como tragaluz, el cual está revestido con una película que rechaza los rayos ultravioleta, entre otras cuestiones.

Lic.  Alejandro Machorro Nieves, coordinador de la Biblioteca del Centro Cultural “Pedro López Elías
Lic. Alejandro Machorro Nieves, coordinador de la Biblioteca del Centro Cultural “Pedro López Elías”

 

El proyecto fue creación del abogado Pedro López Elías, quizás ésta sea la razón por la que un buen porcentaje del acervo se enfoca al conocimiento del derecho. El diseño arquitectónico estuvo a cargo de Francisco Javier Hallal Narcio. Se trata de un bello lugar enclavado en una zona muy arbolada; por lo tanto, se espera que sirva de ejemplo para otros futuros proyectos en nuestro país.

Más tarde fueron presentados el arquitecto José Carlos Ramírez, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, y la psicóloga Fransilvania Callejas, del Programa de Psicología de la Facultad de Psicología, quienes realizaron una encuesta entre los usuarios de la Biblioteca Central de la UNAM para conocer su opinión sobre la percepción que tienen de dicho espacio, tomando en cuenta lo que estudia la psicología ambiental, como es la relación que existe entre los aspectos del espacio físico y la conducta espacial en los ambientes interno y externo, donde habitan las personas, en este caso los usuarios.

“Se tomaron en cuenta variables para determinar si la iluminación y la ventilación son adecuadas; si hay suficiente luz natural; si es confortable y agradable trabajar ahí; si el ruido es tolerable; si el mobiliario es adecuado y si las mesas de trabajo son lo suficientemente amplias para trabajar en grupo, entre otras más.”

Al respecto, el análisis de los resultados fue positivo, porque casi en todos los cuestionamientos los usuarios de la Biblioteca Central consideraron que hay buena iluminación interior y exterior porque se cuenta con unos ventanales muy grandes. En el caso de la ventilación, también es adecuada porque se tienen puertas que conducen a un jardín al aire libre; quizá en el caso relativo al ruido, en ocasiones resulta ser desagradable, pero en lo general se obtuvo buena calificación.

Los dos especialistas en la materia señalaron que este tipo de trabajo es muy positivo y agradecieron a la Dirección General de Bibliotecas (DGB) la oportunidad de realizar un trabajo que ayudará a mejorar el servicio de tan importante biblioteca, pues -en la medida en que los espacios sean agradables y confortables- el rendimiento educativo será mayor. De igual forma, la amplitud de dichos espacios evita que se genere estrés entre los individuos al mantener una distancia personal bien definida, la cual permite tener contacto con los demás pero sin invadir el espacio vital de cada persona. Si a esto se le suma un adecuado y suficiente equipamiento de cómputo, se generará un ambiente dinámico que evite la fuga de usuarios.

Un trabajo más, presentado por académicas de la DGB, de la maestra Verónica Herrera y la licenciada Margarita Olvera, señala la importancia de la preservación y las condiciones de seguridad en las bibliotecas. En este sentido, indicaron que a partir de los sismos que han afectado la estructura de nuestra ciudad se tomó la decisión de elaborar una Guía de prevención y protección ante los desastres naturales, para ser implementada por las bibliotecas que conforman el Sistema Bibliotecario y de Información de la UNAM.

Al respecto, cabe señalar que se presentaron avances pero se sigue trabajando en el documento final. Es un proceso complejo, porque también se cuenta con bibliotecas en algunos estados de la República y es necesario coordinarse con los responsables de cada una de ellas. Además, como se sabe, se trata de un sistema robusto que cuenta con más de 130 bibliotecas.

Las académicas señalaron que el objetivo del documento es el de dar respuesta a los efectos que causaron los eventos sísmicos del pasado mes de septiembre y establecer lineamientos de seguridad para los usuarios y la planta laboral, antes y después del evento, que pudiera registrarse en un futuro cercano.

En este sentido, es necesario conocer los riesgos y su tipología, contar con un plan de emergencia, determinar los pasos de prevención de desastres a seguir por las brigadas de protección y mantener una constante capacitación de las mismas. Asimismo, se debe contar con un plan de respuesta ante los desastres y elaborar un informe sobre las incidencias tanto de los edificios, el personal y del estado acervo.

La última mesa del Encuentro estuvo a cargo de la Subdirección de Informática, cuyo subdirector es el ingeniero Miguel Ángel Jiménez Bernal, dedicada a la presentación de la primera fase de un proyecto establecido a largo plazo, relativo a la puesta en marcha de una aplicación para dispositivo móvil que funciona en el aplicativo Android, identificado como “Bibliotecas UNAM”, no importando si los aparatos son de bajo o de alto costo. Posteriormente se pondrá en marcha para el sistema iOS. Con esta aplicación los usuarios podrán interactuar con los recursos bibliográficos impresos y en texto completo de los catálogos de las bibliotecas universitarias y acceder a más de 300 mil tesis.

Los servicios contenidos en el proyecto son: búsqueda (consulta y recuperación de información); autenticación del usuario; registro de usuarios; autopréstamo; renovación y recuperación de la contraseña. En esta primera fase se ha trabajado con las colecciones de la Biblioteca Central, la Facultad de Economía y la Biblioteca Conjunta de Ciencias de la Tierra. Entre todas se tienen 11 colecciones ya integradas en el aplicativo. El cual ya cuenta con el registro ante de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación.

Con este proyecto se entra en el terreno de la biblioteca sustentable porque se ahorrarán recursos, debido a que los usuarios ya no tendrán que desplazarse a la biblioteca para hacer las consultas. De este modo el ahorro se verá reflejado en las licencias de OPAC, en la medida que se dejen de realizar consultas en las instalaciones de las bibliotecas y se hagan en los dispositivos móviles, en cualquier lugar y momento del día.

En el caso del servicio de autopréstamo, las bibliotecas tienen que comprar módulos con un costo por encima de los cien mil pesos; en este sentido la compra de máquinas para consulta podría disminuir y por otro lado incrementarse la consulta del acervo porque la mayoría de las personas cuentan con un aparato celular.

Otra de las ventajas del aplicativo es que fue sincronizado con el Sistema de gestión ALEPH 500, versión 21; esto quiere decir que si algo se ingresa en el catálogo de tesis de inmediato se registra en la aplicación móvil.

Con esta aplicación móvil se espera que los usuarios consulten información académica y confiable, debido a que las estadísticas señalan que en el caso de nuestro país se tienen datos de que aproximadamente 51.4 millones de aparatos son consultados, con promedio de uso de tres horas con 35 minutos al día, de las cuales se destinan 3 horas con 30 minutos para la consulta en las redes sociales, preferentemente en Facebook.

El contexto que le antecede a la propuesta sobre las aplicaciones móviles tiene que ver con el reto que representa en estos momentos para las universidades, en primer lugar porque fue necesario evaluar la pertinencia de su implementación, la cual no tiene objeciones, pues el resultado resulta obvio ya que proporciona beneficios y ventajas.

También se deben evaluar los recursos económicos requeridos, pero hay un factor fundamental que no siempre es considerado del todo, como lo es el impacto académico y pedagógico que tendrá entre la comunidad universitaria. Para ello se debe tomar en cuenta los modelos educativos existentes. En el caso del modelo convencional, este ya no responde a los requerimientos de lo que se ha dado en llamar la “Educación 4.0”, la cual exige que los alumnos deben contar con habilidades para que se puedan insertar con éxito en el mercado laboral.

Dichas habilidades deben ser adquiridas a través de la resolución de problemas reales y el desarrollo de proyectos. Igualmente se deben formar comunidades de innovación, cuyos potenciadores deberán ser el aprendizaje, la creatividad y la inspiración, obtenidos fuera de las paredes escolares, mediante una forma de aprendizaje personalizado y evaluado, más por la aplicación del conocimiento que por la aprobación de las materias.

Por último, la subdirectora de Planeación y Desarrollo, Martha Ibáñez Marmolejo, agradeció las aportaciones de los participantes del Encuentro, encaminadas al desarrollo sostenible y a la mejora de las bibliotecas del Sistema Bibliotecario y de Información de la UNAM. También, aprovechó la ocasión para invitar a los miembros del sistema a desarrollar nuevas prácticas relacionadas con la llamada vía verde, e ir contemplando qué tipo de innovaciones se van a tener para el próximo año.

El evento fue realizado en el Auditorio “Mtro. Ricardo Torres Gaitán”, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

Reseña: María del Rosario Rodríguez León
Fotos: Julio Zetter Leal