*A pesar de que fueron cerradas las puertas de las bibliotecas para evitar la propagación del contagio de la COVID-19, sus servicios nunca fueron interrumpidos gracias al desarrollo de la tecnología.
El video de esta actividad se encuentra disponible en:
https://www.facebook.com/bibliotecasUNAM/videos/910570542857456
Con una vasta trayectoria académica y un gran reconocimiento en el ámbito bibliotecológico, la doctora Estela Morales Campos, investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información de la UNAM, dictó una oportuna conferencia en el marco del Día Nacional del Bibliotecario, titulada Retos Sociales y Éticos del Bibliotecario ante una Pandemia, que en palabras de la moderadora del evento y directora general de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva, dijo que la ponencia de la distinguida invitada “fue un regalo para el sector bibliotecario”, no sólo porque el 20 de julio es uno de los días más significativos para este tipo de profesional, quien ofrece un gran apoyo a la sociedad al hacerle llegar información oportuna y de gran calidad, sino por los momentos de crisis sanitaria que aún no se han podido superar.
Ahora bien, dentro de las diversas líneas de investigación en las que ha trabajado la doctora Morales Campos la información ocupa un lugar relevante, pues -como ella misma lo señaló durante su intervención- “es uno de los principales objetos de estudio en la profesión bibliotecaria” y una parte fundamental de su labor, debido a que el bibliotecario siempre apoya a la sociedad mediante el acceso a la información y su uso.
Enfatizó que actualmente la producción de información cuenta con normas y dentro de éstas se enmarca la elaboración de información restringida y la de acceso abierto, porque ambas son un producto social donde se ven reflejadas la diversidad y la pluralidad de los diversos grupos sociales. Y con el paso del tiempo la información, ya sea del tipo social o científico, se convierte en la memoria de una comunidad o región. “Por ejemplo, en medio de la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, se requiere contar con información oportuna y de actualidad para contrarrestar el problema de salud, y, más tarde, dicha información podrá ser utilizada para futuras investigaciones. Justo aquí es donde cobra relevancia la presencia del profesional bibliotecario, tanto en la oferta del uso de la información como en la formación de usuarios”.
La especialista aclaró que la pandemia global que nos tocó vivir en nuestros días -de la cual no se tenía registro- es un fenómeno que impacta de manera transversal a todos los sectores, pero en el caso particular del sector bibliotecario éste se colocó en primera línea al proporcionar información oportuna a los profesionales de la salud.
Añadió que, a pesar de que fueron cerradas las puertas de las bibliotecas para evitar la propagación del contagio de la COVID-19, sus servicios nunca fueron interrumpidos gracias al desarrollo de la tecnología y a la puesta en marcha de programas para atender las demandas informativas de los usuarios. “Asimismo, se desarrollaron programas educativos, de lectura, de soporte emocional y con psicológicos, impartidos a la distancia, pero con una gran carga emocional de acompañamiento en el prolongado confinamiento”.
En lo que se refiere a las bibliotecas especializadas y universitarias, la especialista dijo que su papel fue aún más relevante porque cumplen con una gran función al apoyar a la investigación que se genera en sus universidades; de igual forma, orientan a los usuarios, a la plantilla académica y al público en general. “Pero no sólo se ha trabajado este aspecto. A la par, se tuvo que adaptar el quehacer bibliotecario a las nuevas formar de comunicarse y convivir”; para ello fue necesario rediseñar los procesos, crear nuevos servicios, propiciar la digitalización de colecciones, trabajar en el modelo híbrido, formar grupos de trabajo a la distancia y fomentar el uso de fuentes de información propia y compartida, porque ninguna biblioteca cuenta con toda la información requerida por la comunidad, especificó la doctora Estela Morales.
De igual forma, dijo que se brindaron los servicios por medio de las redes sociales; se abrieron colecciones que normalmente no estaban al alcance de todo el público; se interactuó con usuarios con capacidades diferentes y se atendieron consultas específicas, o de información muy especializada. También se desarrollaron tutoriales para ayudar a ubicar e identificar información digital de calidad y a detectar la de dudosa procedencia, puntualizó la investigadora.
Otro tema más del que habló la doctora Estela Morales, fue el de las facilidades tecnológicas con las que se cuenta hoy en día para crear, reproducir, distribuir y usar la información. En este sentido, el bibliotecario puede incidir en esta cadena al entablar un trato directo con el autor, la casa editorial y el proveedor. Además de estar alerta con la filtración de las llamadas fake news o falsas noticias; aspecto de gran relevancia cuando se vincula con el derecho a la información, la transparencia y el derecho de autor, entre otros temas que tienen relación directa con la ética profesional del bibliotecario y del profesional de la información, abundó.
Para concluir su exposición, la conferencista enlistó once compromisos que tiene el bibliotecario con los usuarios: la protección de la libertad de pensamiento y expresión; la protección del libre acceso a la información, a la ciencia, al conocimiento y a la cultura; el fomento del derecho a la información, disponibilidad y facilidad de uso de la información; la promoción de la infodiversidad; el respeto por la pluralidad, la confidencialidad y privacidad de los usuarios; mostrar una conducta profesional basada en la imparcialidad; separar las creencias propias y las aficiones personales en su ámbito laboral; contar con un compromiso ético con respecto a la creación y uso de la información, y, por último, se debe tener en cuenta que el bibliotecario es un intermediario entre la información y el usuario, por lo cual debe proporcionar información de todo tipo, ya sea de libre acceso o restringida.
Nota informativa: Ma. del Rosario Rodríguez León