Antecedentes


El Sistema Bibliotecario de la Universidad Nacional Autónoma de México está íntimamente ligado al origen y evolución de la Dirección General de Bibliotecas (DGB), a la creación del marco jurídico para su operación, y a las iniciativas de dicha dirección en torno a la organización de las unidades de información.

A partir de 1990, con la aprobación del Reglamento General del Sistema Bibliotecario por parte del Honorable Consejo Universitario y su adición al Estatuto General de la Universidad, el sistema quedó formalmente conformado y desde 1991 se estableció como política que un acervo para convertirse en biblioteca debe tener mínimamente las siguientes características: a) contar con 1,000 volúmenes de materiales documentales, y/o suscripción a publicaciones periódicas; b) contar por lo menos con una persona contratada o asignada para atender y realizar las actividades propias de una biblioteca; c) proporcionar los servicios de préstamo interno y externo; d) tener sus materiales procesados técnicamente; e) contar con un catálogo; f) disponer de un local ex profeso para las colecciones, y g) tener un presupuesto específico para la compra de recursos de información.

Estructura Orgánica

De acuerdo con el Artículo 2 del Capítulo I del Reglamento General del Sistema Bibliotecario y de Información (2010), el sistema se define como el conjunto funcional constituido por las unidades que proporcionan servicios bibliotecarios en las diferentes entidades de la UNAM y por los organismos que coordinan y apoyan la gestión de dichas unidades. En el Artículo 6 del Capítulo II del mismo reglamento se establece que el sistema estará conformado por el Consejo del Sistema Bibliotecario y su Comité Asesor, la Dirección General de Bibliotecas, las bibliotecas de la UNAM y sus comisiones de biblioteca.

Cabe señalar que las bibliotecas, consideradas base del sistema, están organizadas en cinco subsistemas: Bachillerato, Licenciatura y Posgrado, Investigación Científica, Investigación en Humanidades y el de Dependencias de Extensión y Administración Universitaria, los cuales reflejan los diferentes tipos de usuarios y sus necesidades de información.

Como se sabe, la UNAM y su sistema bibliotecario son organismos complejos en permanente cambio y expansión; razón por la que el número de bibliotecas se modifica ya sea porque se fundan, fusionan o desaparecen. Por ejemplo, con la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades, con la fundación de las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales (ahora Facultades de Estudios Superiores), y con el aprovisionamiento de unidades de información para algunos ranchos, estaciones experimentales y laboratorios se dio pauta a la creación de diversas bibliotecas. Durante los últimos años con la fundación de nuevos campus universitarios, como los de la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidades León (Gto.) y Morelia (Mich.), se ha dado origen a otras bibliotecas.

Es importante mencionar que aparte de las bibliotecas formalmente establecidas coexisten otros pequeños acervos que se identifican como colecciones, las cuales no constituyen bibliotecas porque no cumplen con las características mínimas para ser consideradas como tales, a pesar de que proveen información al personal académico o administrativo de las dependencias a las que están adscritas.

Recursos de información

Los recursos de información de las bibliotecas de la UNAM son desarrollados con base en las características de sus comunidades y en los servicios bibliotecarios y de información que requieren. Por tal razón, algunas bibliotecas cuentan con colecciones únicas en México ya sea por su valor histórico, su tamaño o su alto grado de especialización.

Paralelamente, ante el desarrollo tecnológico, las bibliotecas han evolucionado e incorporado documentos en diversos soportes. Por ello no sorprende que durante los años de 1990 hayan crecido las colecciones electrónicas y que el Sistema Bibliotecario haya adecuado su infraestructura de cómputo para brindar acceso a las más prestigiadas revistas académicas, bases de datos y libros electrónicos.

Sin duda, por la cantidad y diversidad de recursos informativos con que cuenta el Sistema Bibliotecario de la UNAM es considerado como uno de los más ricos. En él podemos encontrar monografías y obras de consulta; revistas técnicas, científicas, académicas o de difusión; bases de datos especializadas referenciales o de texto completo; diapositivas, folletos, fotografías, mapas, microfichas, partituras, películas y planos, entre otros recursos.

Los materiales documentales adquiridos por las bibliotecas son procesados técnicamente por la DGB con el sistema de clasificación de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos (LC) y las normas RDA (Recursos, Descripción y Acceso). Con la implementación de las RDA, el Sistema Bibliotecario y de Información de la UNAM se pone a la vanguardia al ser uno de los primeros en utilizarlas en América Latina.

La riqueza documental de cada biblioteca se puede localizar en sus catálogos y a través del sitio de las bibliotecas de la UNAM mediante los catálogos colectivos que reúnen los recursos existentes en todas las unidades de información. Por lo cual este portal es una herramienta importante para las actividades académicas que realizan los estudiantes, profesores e investigadores.

Servicios bibliotecarios y de información

Las bibliotecas del Sistema proporcionan servicios de préstamo interno, a domicilio e interbibliotecario, así como la búsqueda de información, obtención de documentos y referencia por vía telefónica, e-mail o de manera personalizada, entre otros.

Los servicios bibliotecarios y de información que se proporcionan cubren las necesidades informativas tanto de los usuarios de las bibliotecas ubicadas en el campus universitario como de los que se encuentran en el área metropolitana y el interior de la República.

Gracias a las tecnologías de cómputo y telecomunicaciones los universitarios tienen acceso a una amplia colección de recursos electrónicos. Entre éstos destacan las bases de datos de carácter internacional, las revistas, tesis y libros electrónicos que están a disposición de toda la comunidad universitaria. Y para aquellos universitarios que se encuentran en los observatorios, clínicas periféricas, granjas y ranchos, en estaciones de investigación y experimentación en tierra firme o mar adentro, dichos recursos cobran mayor importancia.

Finalmente, cabe mencionar que además de proporcionar servicios de información y referencia se dan los de orientación e instrucción de usuarios. Estos últimos son relevantes porque a través de ellos se enseña a los usuarios a buscar, seleccionar y usar información no sólo para sus trabajos universitarios y de formación profesional sino para toda la vida.

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