La lectura desde las bibliotecas para la inclusión, la vinculación social y el desarrollo sostenible” fue el tema central de la Segunda Jornada Internacional de Fomento a la Lectura en las Bibliotecas Universitarias

“La lectura desde las bibliotecas para la inclusión, la vinculación social y el desarrollo sostenible” fue el tema central de la Segunda Jornada Internacional de Fomento a la Lectura en las Bibliotecas Universitarias".

*Se realizó en el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor

*La comprensión lectora y el derecho al acceso a la información son elementos fundamentales en el proceso de enseñanza-aprendizaje y la producción de conocimiento a lo largo de la vida.

 Los seis videos de esta actividad se encuentran disponibles en la siguiente lista de reproducción:

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Al igual que en la primera emisión de la Jornada Internacional de Fomento a la Lectura en las Bibliotecas Universitarias, esta segunda Jornada con el tema titulado La lectura desde las bibliotecas para la inclusión, la vinculación social y el desarrollo sostenible, fue organizada por la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información (DGBSDI) y, la Biblioteca de la Unidad Académica de Estudios Regionales (UAER), con sede en Jiquilpan de Juárez, Michoacán de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, en colaboración con la Red Internacional de Universidades Lectoras (RIUL), con la intención de crear un espacio para compartir experiencias y buenas prácticas lectoras, así como para la actualización de métodos y estrategias con relación a la formación de lectores y al fomento de la lectura, que ofrecen las bibliotecas universitarias a sus comunidades y a diferentes sectores de la sociedad, entre otras acciones.

Al respecto, durante la ceremonia de inauguración de este importante evento académico universitario, la titular de la DGBSDI, doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva, señaló que esta jornada fue desarrollada en el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor bajo la modalidad híbrida, debido al avance del semáforo verde tras la disminución de contagios por la COVID-19, lo cual permitió que en el programa académico se incluyeran actividades presenciales y a distancia.

Añadió que se trabajó en la realización de conferencias magistrales, mesas redondas, un conversatorio, una sesión de cine-debate y talleres, impartidos por especialistas en la materia. De igual forma, se contó con conferencistas de talla internacional provenientes de países latinoamericanos -incluido México- y España.

La doctora Ramírez Leyva también indicó que debido a la emergencia sanitaria las entidades bibliotecarias del Sistema Bibliotecario y de Información de la UNAM, y de otras instituciones educativas del país, emprendieron acciones y establecieron métodos y estrategias relativas al fomento de la lectura como una contribución a la formación de lectores entre sus comunidades, pero también a diferentes sectores de la sociedad, con el ánimo de superar los desafíos orientados a la reducción de brechas, que propiciados por muchos factores educativos, económicos y culturales han dado lugar a desigualdades en la comprensión lectora y el derecho al acceso a la información, los cuales calificó como elementos fundamentales en el proceso de enseñanza-aprendizaje y la producción de conocimiento a lo largo de la vida.

En su momento, la doctora Adriana Sandoval Moreno, coordinadora de la UAER, señaló que una de las palabras claves que se estuvo trabajando durante el proceso de organización de la Jornada fue la de “hacer comunidad”, con la intención de favorecer los vínculos sociales relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible promulgados por la ONU, en concordancia con el propósito de crear un espacio para compartir las experiencias, las buenas prácticas y el fomento a la lectura, entre otros aspectos. De tal forma que se trabajaron con los niños de escuelas ubicadas en Jiquilpan de Juárez, en actividades de fomento a la lectura para generar la reflexión sobre las acciones que ayuden a mejorar el manejo responsable del agua, entre otros temas.

Enseguida, la doctora Ramírez Leyva, a nombre de la secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, doctora Patricia Dávila Aranda, procedió a la inauguración de la Segunda Jornada Internacional de Fomento a la Lectura en las Bibliotecas Universitarias.

En este contexto, los trabajos de la Jornada arrancaron con la conferencia inaugural “El vicio de leer”, dictada por el escritor y promotor de lectura Juan Domingo Argüelles, quien habló de su libro titulado con el mismo nombre, que al igual que en otros de sus textos reflexiona en torno al tema de la lectura, con la diferencia que este último fue escrito a lo largo de los meses de confinamiento debido a la crisis sanitaria. En este sentido, el autor señaló que el tema de la lectura debería ser uno de los más importantes para las universidades, pues se considera que esta actividad debe ser promovida en edades muy tempranas y posteriormente ya no tiene ningún sentido su promoción, en el entendido de que todos los alumnos al ingresar a la universidad saben leer, pero no siempre sucede así, puntualizó.

Añadió que esta situación interesó a muchas universidades para enfocarse en el problema del analfabetismo funcional, entre otros factores debido a que la lectura atraviesa a toda la educación, y dicho interés se convirtió en una acción que se sumó al trabajó pionero de la RIUL -posterior al Primer Simposio Internacional de Universidades Lectoras- con la intención de debatir el grave problema que significa la falta de comprensión lectora de los universitarios, que de paso, conlleva la falta de capacidad expresiva oral y escrita.

“La RIUL, -que hoy está integrada por más de 40 centros de educación superior, entre ellos la UNAM-, admitió que las universidades necesitaban con urgencia, más allá de la alfabetización académica de rigor, la práctica continua de la lectura, no sólo por obligación, sino por la pasión por el conocimiento y el placer por la lectura misma, sea esta informativa, estética, técnica o científica”.

En este sentido, recordó que los objetivos de dicho organismo proponen potenciar el papel de la lectura y la escritura en la universidad. No sólo como una herramienta de trabajo, también como un vehículo de promoción integral del universitario; y un objetivo más, pretende reivindicarlas como competencias básicas y transversales, de manera que leer y escribir sean dominios de los universitarios para que estén formados como buenos profesionales, y como ciudadanos críticos. Lo anterior ligado con lo que dijo hace años José Vasconcelos, relativo a que la biblioteca complementa a la escuela, y más aún, puede llegar a sustituirla, añadió el escritor.

“Leer fortalece el aprendizaje, y ahí donde la escuela no es suficiente habrá quien sea capaz de superar las limitaciones escolares gracias al recinto bibliotecario, con la mejor lectura disponible”.

En una actitud preocupante, Juan Domingo Argüelles indicó que una universidad no lectora es una incongruencia educativa y cultural, porque no hay profesores que no se hayan formado en los libros. De ahí que se pueda pensar en el modelo de una universidad lectora en los países latinoamericanos, y, al mismo tiempo, acudir al pensamiento y la sensibilidad de los grandes escritores hispanoamericanos que pasaron por las aulas universitarias, pero que no se conformaron con ello y la complementaron con una intensa vocación por la lectura de libros, con temas y materias más allá de los que exigían sus carreras universitarias, puntualizó.

Para concluir, dijo que hay que insistir a las instituciones de educación superior y media superior que los medios audiovisuales no pueden sustituir a los libros; de hecho, hoy se tiene la ventaja de poder leerlos íntegros en soporte digital, y dejar atrás las malas prácticas de la lectura fragmentada y las simples búsquedas de resúmenes de libros en Internet; a su vez, resultado de la mala educación virtual.

Y remarcó que en su lugar se debe optar por las universidades lectoras, promotoras de la lectura y formadoras de estudiantes “viciosos a la lectura”.

En cuanto a la conferencia magistral “Bibliotecas, género e inclusión”, dictada por la doctora Sandra Lorenzano Schifrin, titulada “Palabras talismán por una epopeya de paz”, decidió abordarla desde una perspectiva cinematográfica y literaria, al vincular la problemática de la migración, la violencia y la inclusión a través de la mirada del cineasta Wim Wenders en su película “Las alas del deseo”, la cual gira en torno a unos ángeles que deambulan por la ciudad de Berlín y tienen la capacidad de escuchar el pensamiento humano, y ellos apenas alcanzan a susurrar palabras para rescatar a los mortales de la tristeza que los embarga, sin que estos logren verlos, a excepción de los niños debido a la pureza de sus almas.

La conferencista refirió que, entre los lugares que aparecen en el filme, cobra gran importancia la biblioteca como un lugar de escucha y un lugar donde los libros reivindican la historia y restablecen la memoria, aunque ésta hable del horror que ha tenido que vivir la humanidad durante muchos años, inmersa en el abandono y la soledad, lo cual llamó su atención. Además, considera que es una película talismán, de esas que ayudan a recuperar la relación con la vida y con el centro de las palabras, y de los silencios, debido, entre otras cosas, a que comienza con los versos de Peter Handke “Canción de la Infancia”, que en algún momento de la vida logra despertar el amor por las palabras.

“La biblioteca entonces es una especie de suerte de ángel de la historia, entre el pasado y el futuro, que recupera las voces que parecen sepultadas bajo las ruinas. Mismo lugar que en la película se observa a un ángel sentado en una mesa de la biblioteca junto a un hombre viejo, pues no hay mejor lugar para la poesía, para el canto y para los lazos que tejen las palabras. Y sigo pensando, hoy en pleno siglo XXI, que la palabra literaria nos transforma. Esa que está en los libros, pero también en la oralidad”.

Sandra Lorenzano también se refirió a lo expresado por el poeta mexicano Efraín Huerta, cuando decía que nuestro continente despliega un abanico de horror, pobreza, injusticia, vandalismo y narcotráfico, desde la ensangrentada frontera norte hasta el sur del continente; no precisamente en el sentido estricto de la geografía, más bien se refería al dolor que han padecido las poblaciones. De igual modo, la conferencista habló sobre los migrantes, los desplazados, la mujeres secuestradas y asesinadas, y de los casi 100 mil desaparecidos en nuestro país.

“Es otro tipo de horror, diferente al de las guerras, pero al fin horror, que ha pintado el mapa de América Latina con el color de la sangre. Es por ello que resulta muy difícil apropiarse de un libro como objeto; por eso la oralidad es en estos casos es tan importante. Y pensamos que dándoles libros a las personas se fomenta la lectura, cuando en realidad hay que despertar la pasión por la palabra a través de la poesía y la voz, que en momentos tan difíciles puede servir de gran ayuda”.

Para finalizar su intervención habló del libro titulado “Camino de luces y sombras: Historias de niños, niñas y adolescentes migrantes”, el cual recopila 16 cuentos ilustrados, basados en las historias reales de niñas y niños centroamericanos que hablan de los peligros y las penurias que han pasado durante su viaje a Estados Unidos. En este libro, los protagonistas develan el mundo de la violencia de género y el abuso que han padecido miles y miles de pequeños, que se ven obligados a abandonar sus países de origen en busca de mejores oportunidades, y que en el caso de muchos de ellos no logran llegar a su destino, especialmente las adolescentes que son víctimas de la trata de personas.

Por su parte, la maestra Alejandra María Vélez Marín dictó la conferencia magistral “La lectura como elemento vital en el rescate identitario de las comunidades afro e indígenas. Una experiencia desde Quibdó, Colombia”. Al respecto indicó que Quibdó es un municipio colombiano, capital del Departamento Del Chocó, cuya distribución etnográfìca está constituida mayormente por negros (87,5%), seguida de mestizos y blancos (10,2%) y por indígenas con un dos por ciento aproximadamente, dando como resultado una interacción social con un predominio de la cultura afrocolombiana.

“Las expresiones culturales que se hacen en el territorio enriquecen lo que se hace dentro de las bibliotecas y la promoción de la lectura; por ejemplo, de la fiesta de San Pacho se toman diversos elementos, porque es una cultura que permite desarrollar una lectura real para ayudar a contextualizar las lecturas, el tipo de expresiones que hacen que la letra cobre valor y signifique algo más que el papel. Dichos elementos influencian a los lectores con las lecturas, y esa lectura de las expresiones corporales y las vivencias de sus territorios permiten una comunicación con los individuos de la comunidad, y permite la interacción a pesar de que son diferentes comunidades raciales”.

La ponente añadió que estos puntos de partida sirvieron para que la biblioteca de la Universidad Tecnológica Del Chocó gestionara un rescate identitario de la comunidad, con la ayuda de los estudiantes universitarios –guiados por los docentes-, con la finalidad de que las comunidades tuvieran la oportunidad de rescatar las historias familiares de sus abuelos, padres y demás familiares, sobre los aspectos tradicionales, y para que al mismo tiempo se establecieran enlaces de comunicación e interacción familiar y con otras comunidades.

También dijo que con ello se abrieron otros espacios de comunicación para tener mayores posibilidades de difundir la identidad, mediante el uso de libros que hablan de leyendas e historias regionales, enmarcadas en el contexto del fomento a la lectura. De igual forma, dijo que se consiguieron becas para los estudiantes de la comunidad negra, con la intención de ayudarlos a continuar con su vida profesional.

“La biblioteca no es sólo un espacio que guarda libros, también genera un espacio para que el otro descubra otros mundos y otros contextos sociales y culturales en el caso de la biblioteca universitaria. También sirve como apoyo y fortalecimiento de la biblioteca escolar, al darle herramientas de lectura. Y aún más, la importancia del rol del bibliotecario frente al rescate identitario de las diversas comunidades ha sido fundamental”.

Por último, Alejandra María Vélez dijo que también se trabajó en actividades relativas a la búsqueda y recuperación de información y habilidades informativas, con el objetivo de apoyar a los estudiantes en el rescate cultural y el avance de la lectura rigurosa. Para que tengan la posibilidad de acceder al nivel universitario con las capacidades suficientes requeridas.

Por lo que se refiere al Conversatorio ¿Qué es el Jardín Lac?, sus participantes: las maestras Anel Pérez Martínez, Leticia Carrera y el director y fundador de Jardín Lac, Daniel Goldin, conversaron en torno a esta iniciativa, concebida en medio de pandemia del 2020 como un espacio para escuchar y conversar sobre temas como el libro y la lectura, la desigualdad y la ecología, entre otros temas.

En este sentido, Daniel Goldin indicó que en un principio se establecieron diez conceptos, entre los que destacan: la curiosidad, la diversidad, la creación, la hospitalidad, la conversación y la escucha, este último como uno de sus valores más importantes, pero luego se añadieron dos más.

“A mí me parece que, más allá de la promoción de la lectura, hay que pensar en cómo podemos hacer para despertar la curiosidad, porque si alguien tiene el deseo de conocer va a llegar muy fácilmente a la lectura y a las bibliotecas. Y si en estas encontramos a bibliotecarios que sepan escuchar se podría estar en otro plano o campo experimental, para que las bibliotecas sean espacios vivos, hospitalarios y que fomenten la diversidad como una cuestión fundamental”.

Por su parte, Anel Pérez recordó que la UNAM cuenta con más de 130 bibliotecas, pero también con espacios verdes y un Jardín Botánico, situados en una geografía pedregosa. También, mencionó que ella, por su parte, ha aprendido mucho de los proyectos editoriales que ha fundado Daniel Goldin, además de Jardín Lac, y reflexionó en torno a la forma en cómo se deben entender las bibliotecas públicas, sí, como un jardín, o como un producto de una revolución después de que los hombres inventaran la agricultura.

“Porque sólo así podríamos pensar en un jardín y vivir de otro modo, es decir, vivir en un espacio donde un jardín es el producto de una incorporación humana, principalmente es un espacio que se debe respetar y también es un espacio que permite entender y leer la naturaleza. Al igual que la biblioteca, es un espacio donde habitan los autores con sus historias, sus contribuciones y todo lo que ocurre en ese lugar, y me parece que pensar a la biblioteca como un jardín es un gran acierto”.

En su momento, Leticia Carrera señaló que la directora de la DGBSDI, doctora Elsa Margarita Ramírez, es una gran promotora de la lectura y le ha apostado a visibilizar lo que se está haciendo en las bibliotecas del Sistema Bibliotecario y de Información de la UNAM relativo a la lectura, ya que durante la pandemia se vieron obligadas a reflexionar sobre su función ante la comunidad universitaria, y a preguntarse si realmente son entidades como hospitalarias.

En cuanto a la Biblioteca Central, dijo que antes de la pandemia los fines de semana se transformaba en una “biblioteca pública”, porque recibía a usuarios de todas las edades y niveles educativos, para que pudieran consultar sus acervos, encontrar respuestas y encontrarse con una biblioteca que los acogiera con amabilidad.

Luego, señaló que los bibliotecarios están obligados a ser incluyentes y buscar la forma de apoyar a los usuarios, cuando estos se acercan a la biblioteca para buscar información, un espacio seguro y un lugar donde se tenga plena libertad de expresión.

“Es por ello que la propuesta de Jardín Lac, de volverse a encontrar en un espacio seguro, es al mismo tiempo una invitación para que las bibliotecas universitarias reflexionen en torno a ello”.

Para concluir el conversatorio, Daniel Goldin indicó que un jardín es un espacio de transición, un campo de cultivo, como podría ser una escuela o una biblioteca universitaria, donde se pretende cultivar porque son espacios que van cambiando, porque en ellos hay mucha fecundación y florecimiento, pero también hay cosas que mueren, más luego abonan para que cualquier persona sea reconocida por sus saberes y capacidades.

En cuanto a la conferencia de clausura, a cargo del coordinador general de la RIUL, doctor Eloy Martos Núñez, se centró en el tema del agua, pues la considera como un tesoro, lo mismo que el aire que se respira. Y abordó el tema desde una perspectiva cultural y mitológica, porque considera que la parte cognitiva es importante para las personas, pero la parte emocional las alienta más.

“Aunque científicamente se dice que el agua es incolora, inodora e insípida, yo trato de refutarlo, al decir que no hay nada más lleno de colores que el color del agua, como se pude ver en el color del Mar Caribe, y no es inodora, como lo demuestra el olor de los ríos en Grecia, que huelen mal porque contienen restos orgánicos de las cloacas. Por otro lado, el agua también tiene sabores y sonidos como lo manifiesta Federico García Lorca en uno de sus poemas. Entonces, no sólo hay que entender el agua sino sentirla”.

Luego de decir lo anterior, el profesor y catedrático mostró unas imágenes para ilustrar el significado cultural de este elemento vital, relativo a las costumbres arcaicas de la gente, que nacieron hace muchos años pero que aún se siguen practicando, por ejemplo, la costumbre de echar una moneda a la fuente para que se cumpla algún deseo, o la fuente de la eterna juventud, o el pozo de los deseos, alimentado con la idea de que hay una especie de genio o dios del agua, al cual se le daba una ofrenda para recibir a cambio protección.

De igual forma, el especialista se refirió a la leyenda que habla sobre unas extrañas luces que se vieron en la parte más densa del bosque y que fueron la guía para encontrar el lugar exacto del sepulcro del apóstol Santiago. Aclaró que, en este sentido, la luz y el sonido del bosque se convirtieron en objetos de adoración, al igual que el agua, en su momento.

“Sea lo que sea, la naturaleza nos brinda esta función dialéctica: como la luz y la oscuridad, como la madre y la fuente de vida; y el agua, también concebida como un umbral de muerte al producir catástrofes a causa de inundaciones y tormentas. Por otro lado, la base primordial de los imaginarios del agua puede ser notada en las imágenes del descenso del río Ganges, el cual está acompañado por una representación religiosa con una gran cantidad de dioses”.

Finalmente, Eloy Martos dijo que es necesario que los niños sepan que el agua no es sólo lo que viene de las tuberías y el grifo, sino que el agua viene del cielo, del manantial y de la montaña, y para eso las bibliotecas ofrecen una serie de lecturas que ilustran este aspecto.

En cuanto al programa de trabajo de la Jornada, también incluyó mesas redondas donde se expusieron temas de gran importancia como: la promoción de la lectura en el ambiente universitario; las buenas prácticas y experiencias lectoras; los clubes y círculos de lectura universitarios, entre otros relevantes asuntos. Asimismo, se impartieron una serie de talleres y se realizó una sesión de cine-debate para comentar y analizar la película “Cuando ellas quieren”, que encajó muy bien en la temática del evento, porque trata de cuatro entrañables amigas que forman parte de un club de lectura, que se reúnen mes con mes durante un tiempo aproximado de tres décadas, en las cuales los libros que leyeron fueron de gran ayuda para superar sus conflictos personales.

 

Reseña informativa: Ma. del Rosario Rodríguez León