*Se trata de un espacio de intercambio y colaboración para brindar acceso a la información impresa y digital, mediante servicios que apoyen a las nuevas modalidades de enseñanza y aprendizaje.

*El evento es parte del proyecto colaborativo que emprendieron las bibliotecas universitarias, desde que en 2022 la DGBSDI liberó el micrositio Bibmacro.

*Con la aplicación de la ética en las herramientas de la IA, se debe garantizar que la información sea utilizada de forma responsable y segura.

Los videos de esta actividad se encuentran disponibles en:
https://www.facebook.com/watch/100064816655687/513880674296328

Por segundo año consecutivo, se congregaron de forma virtual integrantes de bibliotecas universitarias pertenecientes a la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe, conformada por 37 instituciones de educación superior establecidas en veinte países de la región, con un objetivo común: compartir y difundir las innovaciones, tendencias y acciones que están emprendiendo las bibliotecas  académicas ante los desafíos del siglo XXI, y con el firme propósito de que las instituciones educativas contribuyan al desarrollo sostenible.

En este sentido, durante la ceremonia de inauguración del “II Foro Virtual Bibliotecas de la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe”, la doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva, directora general de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, indicó que el foro es parte del proyecto colaborativo que han emprendido las bibliotecas universitarias, y desde que fue liberado en 2022 el micrositio (bibmacro unam) se empezaron a identificar temas y proyectos para seguir colaborando con las diversas entidades participantes. Y que, a partir del enriquecimiento del mismo, se pueda brindar apoyo para el logro de los programas sustantivos de las universidades de la Red.

“Es muy estimulante que a través del micrositio se haya logrado dar acceso a información valiosa y confiable a diversas comunidades; el establecimiento de vínculos interbibliotecarios mediante la organización de encuentros, actividades académicas y cursos de educación continua, entre otras acciones más, con la finalidad de que se fortalezcan las entidades de la Red; así como el logro de múltiples desafíos para poder ir más allá de los servicios bibliotecarios tradicionales, al lograr la transformación e innovación en sus múltiples servicios”.

En este contexto, se refirió a la consolidación de un proyecto titulado MetaMetrics, entendido como una herramienta de verificación de la calidad de los metadatos en línea de la revistas publicadas en Open Journal System (OJS), encaminada a mejorar la accesibilidad de las revistas académicas que se producen en las instituciones, y así los usuarios puedan recuperar la información de forma rápida y  segura, que en muchos de los casos se encuentra en acceso abierto.

La doctora Ramírez Leyva se dijo complacida al señalar que en el micrositio hasta el momento se han registrado 689 visitantes de diversos países, que van allá de nuestra región, como: Hungría, España, Canadá, Indonesia, China, y otros países más de Europa, Asia y África.

Por último, agradeció la concurrencia de todas las personas que participaron en el  evento, y los exhortó a fin de que sus colecciones, servicios y espacios estén acordes a las nuevas tendencias y los actuales retos que imponen los procesos educativos, así como en el establecimiento de programas y actividades de investigación, con el propósito de que las instituciones contribuyan al desarrollo sostenible de los países de la región.

Por su parte, el coordinador de Relaciones y Asuntos Internacionales de la UNAM, doctor William Lee Alardín, durante el acto inaugural dijo que estaba seguro de que esta actividad académica sería un espacio de intercambio y colaboración, encaminada a brindar acceso a la información impresa y digital mediante servicios que apoyen las nuevas modalidades de enseñanza y aprendizaje para todas las labores de investigación de las comunidades académicas.

También advirtió que, de acuerdo a las lecciones aprendidas por la pandemia, se espera que las bibliotecas sean más inclusivas y accesibles en relación con la gran variedad de recursos digitales que se han vuelto un elemento indispensable para las personas.

Posteriormente, antes de declarar inaugurados los trabajos del foro, el presidente de la Red y rector de la Universidad de Buenos Aires, doctor Ricardo Gelpi habló de los procesos de acceso a la información de hace cuarenta años, donde era forzoso acudir a una biblioteca universitaria para consultar las revistas científicas, de las cuales no se contaba con una gran variedad por su alto costo y complejo proceso de producción; en comparación con la actualidad, donde es posible consultarlas en línea desde cualquier punto  donde se tenga acceso a Internet, a cualquier hora y, en muchos de los casos, de libre acceso.

“Nadie discute sobre los nuevos avances, pues se puede estar en casa y acceder a los trabajos de investigación más recientes. Es una ventaja muy grande, pero a su vez, todo este avance tecnológico en la transmisión del conocimiento de la información científica conlleva desafíos, por ejemplo, el problema de la ética, porque hoy en día es muy común el tema del plagio en las publicaciones científicas”.

En este sentido, destacó que las bibliotecas universitarias y las editoriales cuentan con programas que se aplican a los textos para poder detectar el porcentaje de frases o párrafos que fueron copiados de otro texto. Por otro lado, dichos programas permiten copiar frases de temas muy comunes, hasta en un 10 por ciento, dependiendo de cada editorial.

“Otro gran tema a tratar es el relativo al tema de la ética en la inteligencia artificial, ese gran monstruo que nos asusta un poco a todos y que no cuenta con ningún principio de ética delimitado. Es un tema muy sensible, y ahí es donde entran las universidades para ver qué principios de ética se pueden aplicar, o qué principios habría que crear para tener una herramienta útil, a la vez, segura y eficiente”.

Para finalizar, dijo que en su institución universitaria se han enfrentado al problema de la digitalización, debido a que se están digitalizando diversas colecciones, pero hacen falta recursos económicos, personal especializado y el establecimiento de criterios para determinar hasta qué punto es importante digitalizar las viejas colecciones de tesis de maestría y doctorado. De igual modo, indicó que los países de la región se enfrentan al alto costo que implica publicar las revistas científicas en acceso abierto, porque se tiene que pagar miles de dólares para ponerlas a disposición de la comunidad universitaria.

Enseguida, se presentó al participante de la primera mesa redonda, maestro Cándido Josué Flores Contrera, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, con el trabajo titulado “La evaluación educativa en la era de la inteligencia artificial (IA): cambios de paradigmas”, en el cual aclaró que su trabajo se centró en el contexto educativo de Honduras, entendido como un proceso amplio con la integración de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), con la intención de integrarlas como un recurso que pueda ayudar de manera significativa a los procesos de aprendizaje.

“Antes de la pandemia todavía estábamos en el proceso de reflexión de cómo integrar las TIC en la práctica pedagógica y al proceso de aprendizaje, y con su surgimiento también se demostró lo caro que suele ser no invertir en una educación con una mirada estratégica. También reveló las grandes desigualdades en el acceso a los recursos, y, a pesar de que no se estaba listo para pasar de la modalidad de educación presencial a modalidad abierta, se tuvo que hacer un gran esfuerzo”.

Aclaró que, en su caso particular sin el acceso a Internet los profesores se vieron limitados y los pedagogos hablaban del gran apagón académico. Es por ello que consideró que los bibliotecarios son un factor fundamental en la tarea de resguardar los recursos; “por eso, muchos de ellos se activaron rápido a la parte virtual, al acceso a recursos electrónicos y al desarrollo de las bibliotecas virtuales”.

Añadió que, uno de los aprendizajes que nos dejó la pandemia tiene que ver con la necesidad de diseñar estrategias que les permitan a los docentes no sólo ser observadores en la era de la IA, sino reflexionar sobre las implicaciones y avances de ésta en la educación pública, para consolidar un pacto con la finalidad de reducir la brecha digital entre las escuela urbana y la rural, y así poder proponer un programa para la integración de esta tecnología en todos los procesos de enseñanza-aprendizaje.

El especialista advirtió que el trabajo se basó en estudios que se refieren a varios elementos de análisis concernientes a los procesos evaluativos, fincados en los siguientes elementos: dar mayor énfasis a la evaluación más que al examen; realizar la evaluación de forma simple, natural y en el momento adecuado; la aplicación de la evaluación en provecho del estudiante y, por último, se debe establecer la conveniencia de evaluar el aprendizaje en un determinado contexto.

“Por lo que correspondió a la parte práctica, en un primer momento se comparó la efectividad de dos buscadores generados por la inteligencia artificial en un examen de nivel superior, compuesto por diez preguntas, con un total de diez puntos para que el experimento tuviera las mismas características y no sufriera alteraciones. Cada pregunta le fue consultada a cada buscador de igual forma y comparada con la revisión realizada por el docente, coincidiendo en los resultados correctos. Esto es importante porque el examen se sube a una plataforma en línea para ser consultado en casa, no sin tomar en cuenta, los protocolos para el diseño ético en la incorporación de estos recursos”.

Por su parte la licenciada Rebeca Guzmán Chinchilla, de la Universidad de Costa Rica, en su presentación titulada “Mercadeo digital de bibliotecas en redes sociales del Sistema de Bibliotecas”, indicó que su equipo de trabajo se centró en el uso de las redes sociales con la intención de llevar a cabo una comunicación efectiva, la cual les permitiera trabajar en diferentes puntos de su sistema de bibliotecas, con la finalidad de demostrar que se puede enganchar y conectar con las personas usuarias, con el personal bibliotecario y con los potenciales usuarios.

“La propuesta consistió en abrir una página en la red de Facebook con el objetivo de comunicar nuestras actividades, y como un medio alternativo para poder atender las consultas. Pero todo este proyecto de comunicación y mercadeo bibliotecario ha ido evolucionando y engrandeciéndose, más allá de simple y sencillamente crear una página, porque creo que es un error utilizar estas plataformas como si fueran pizarras de avisos de actividades, y lo que se debe hacer es trabajarlas desde una perspectiva más planificada y enlazada con la comunicación y con las estrategias del mercado”.

En tal sentido, señaló que ahora todos sus espacios alternativos digitales son coordinados y creados por bibliotecólogos, por lo que es un reto poder entrenarse y capacitarse para saber utilizar las herramientas destinadas a ofrecer un servicio de mayor calidad al público.

Añadió que para este proyecto se plantearon varias propuestas para utilizar a Facebook como un medio alternativo, las cuales consisten en: considerarlo como una labor especializada; crear equipos de comunicación; trabajar -a partir de una coordinación- todos los proyectos de comunicación; que sean funciones del área de servicios, mediante la formación de equipos de trabajo para poder crear contenidos desde la biblioteca en beneficio de toda la comunidad.

Por último, dijo que se propuso un planeamiento estratégico de comunicación con el objetivo de establecer, entre el sistema bibliotecario y el público, acciones eficientes de comunicación para una mejor visibilidad de los servicios, el uso de herramientas, productos y recursos acordes al proyecto, así como la normalización de las estrategias de divulgación.

En su oportunidad, el ingeniero Leonel Orangel Vivas Salas, coordinador de la Biblioteca Digital y del Índice de Revistas Venezolanas en Ciencia y Tecnología, de Venezuela, durante su intervención en la segunda mesa redonda presentó un trabajo titulado “Uso ético de la Inteligencia Artificial (IA) en la producción científica”, en el cual señaló que la ética es la rama de la filosofía que nos indica cuál es la manera en que debemos actuar en determinadas situaciones o circunstancias, y que a través de esta se han establecido principios, valores y la normativa que debe regir en los grupos de investigación de la comunidad científica.

De acuerdo a ello, dijo que sería bueno que todas las dependencias e instituciones pudieran conformar un comité de ética o bioética, porque son los entes encargados de establecer la normatividad y políticas sobre el tratamiento de la información, lo cual se ha hecho siempre, pero en la actualidad con el surgimiento de la IA recobra mucha importancia debido a que, con la aplicación de la ética, en esta herramienta se debe garantizar que la información sea utilizada de forma responsable y segura.

“La IA ha tenido tanto revuelo en el mundo porque lo que plantea el desafío ético es el cuidado de la privacidad de los datos, la no discriminación y el sesgo en la información. Por lo tanto, las empresas y todas las instituciones deben velar por garantizar el uso ético de todas estas modernas herramientas”.

Para finalizar, el especialista expuso una serie de ejemplos, como es el caso de la Universidad de Pensilvania, donde se analizaron unos 210 mil textos generados por ChatGPT, con la intención de buscar tres cuestiones que son consideradas como plagio: la transcripción literal, el parafraseo y el uso de una idea desarrollada por otra persona, pero atribuida como propia, de las cuales se encontraron los tres tipos de plagio.

“Hay que tener mucho cuidado cuando utilizamos una herramienta con IA para generar algún texto, puesto que esta puede cometer plagio debido a que extrajo información de un sitio, la transcribió o la parafraseó y no indicó la fuente dónde fue extraída la información”, comentó. Por último, hizo una demostración de cómo citar y referenciar trabajos generados por la IA.

Por otro lado, según lo expresado durante su intervención de la licenciada Nidia Zúñiga Murrieta, de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, en la tercera mesa redonda, en su trabajo titulado “El Núcleo Central de Revistas Biblat: Calidad y visibilidad académica”, hizo un breve recuento histórico del portal especializado de revistas científicas y académicas publicadas en América Latina y el Caribe denominado Bibliografia Latinoamericana (Biblat).

Indicó que en 2009 se liberó una nueva versión del portal, que le dio visibilidad en Internet a más de 40 años de indización de artículos académicos en las bases de datos CLASE y PERIÓDICA, y que gracias a la incorporación de software libre se logró la creación de indicadores bibliométricos y se puso a disposición del mundo los registros bibliográficos de miles de artículos de las revistas científicas y académicas, muchos de ellos en acceso libre.

Añadió que Biblat reúne el contenido de las dos primeras bases de datos latinoamericanas producidas por la UNAM: PERIÓDICA (que está orientada a las ciencias naturales, exactas, incluida medicina) y CLASE (especializada en publicaciones de ciencias sociales, humanidades y artes).

“En Biblat tenemos dos servicios: los de calidad editorial, como son las referencias bibliográficas de los artículos mediante una búsqueda básica y avanzada; también tenemos el acceso al texto completo, mediante enlaces hipertextuales a los sitios web de las revistas y a través de la colección del acervo digital de la hemeroteca virtual latinoamericana. En cuanto al servicio de visibilidad académica, se cuenta con una herramienta que valida los metadatos a nivel de artículo de las revistas publicadas en el Open Journal Systems (OJS)”.

Dijo que entre otros servicios más se encuentra el del núcleo central de las revistas relativo a la colección de revistas actualizadas en Biblat, durante los últimos cinco años.

“Se considera actualizada la revista si cuenta con todo su acervo en el portal, por lo tanto, las revistas tienen acceso a los indicadores bibliométricos de autoría y coautoría generados por Biblat. El núcleo es dinámico porque se actualiza a la par de la actualización de los contenidos de las revistas”.

Añadió que los indicadores bibliométricos muestran el alcance de las revistas alrededor del mundo, tomando como referencia al autor y su institución, y para ello se cuenta con un módulo de 11 indicadores agrupados en tres rubros: dos de autoría y colaboración entre los autores, dos de productividad de los autores, cuatro de concentración y tres de coautoría. Y todos en su conjunto dan muestra del comportamiento y las regularidades de producción científica contenida en Biblat, los cuales son extraídos de las revistas indizadas en CLASE y PERIÓDICA, de las colecciones del portal de SciELO y de otras fuentes de información.

También mencionó que la herramienta denominada MetaMetrics, se encarga de validar los metadatos a nivel de artículo de las revistas publicadas en OJS en tiempo real, con la correcta aplicación de los estándares de descripción bibliográfica. Igualmente, se encarga de encontrar los errores de catalogación e indización de los registros, y que la validación que realiza la herramienta cumpla con los siguientes aspectos o criterios: suficiencia, consistencia y precisión.

Por lo que corresponde a la participante de la mesa redonda cuatro, maestra Brenda Georgina Estupiñán Cuevas, de la Universidad de Guadalajara, presentó la ponencia denominada “Conectando la academia con la sostenibilidad: Repositorios universitarios y los ODS”, en donde señaló que en su red universitaria se cuenta con 200 bibliotecas físicas y una biblioteca digital, la cual está adjunta al Repositorio Institucional de la Universidad de Guadalajara (RIUdeG), y que en dicha biblioteca digital se incorporó la colección universitaria.

De igual modo, dijo que dentro de las diversas tareas se ha hecho la preservación digital de los documentos, pero no se contaba con una legislación para la realización de dicha actividad. Luego, con el paso del tiempo, se emigró al sistema de DSpace, y se ha seguido trabando en la digitalización de libros y tesis de su universidad con fines de preservación, aunque no todos se ponen a texto completo y en línea, entre otros factores por su alto costo.

“Se ha estado trabajando en algunas mejoras del sistema del repositorio, -pues como se sabe- los sistemas se deben actualizar de manera regular, tanto tecnológicamente como en su instalación y en la interfaz gráfica. Debido a que en la iconografía teníamos un poco de irregularidades, precisamente en la parte gráfica se puso mayor interés. En ese sentido, un primer paso fue estandarizar los íconos para que sean gráficamente más regulares”.  

Asimismo, indicó que se ha trabajado en la composición de la página, en los aspectos de organización, en la estructura y en las secciones que conforman el repositorio, porque antes tenía otra conformación que no funcionaba muy bien para los intereses de su institución y de sus usuarios.

“Ahora, finalmente y gracias a la colaboración del equipo de trabajo de la Red, se llegó a establecer la forma más efectiva para organizar el Repositorio, que fue a través de la dependencia en que están adscritos los usuarios finales, es decir, es decir de acuerdo a la estructura de la red universitaria. Entonces, próximamente este repositorio migrará y dejará de estar organizado por tipo de recurso. Pareciera que se trata de pequeñas adecuaciones en beneficio de nuestros usuarios, pero detrás de ello hay un gran trabajo de programación, porque DSpace no tiene estas funcionalidades activas”.

Por último, indicó que otro aspecto en el que han trabajado es en la curaduría de metadatos, con el apoyo de los estudiantes del servicio social que han detectado errores en el programa de educación continua, lo cual redundaba en el programa de posgrado, porque cuando se tenía la visita de supervisión de los evaluadores no detectaban en el sistema el nombre de alguno de ellos porque estaban mal capturados; y hasta el momento se han procesado aproximadamente 16 mil registros. Luego procedió a mostrar en el mencionado repositorio los avances logrados.

Asimismo, habló de la contribución de los repositorios en los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los cuales han contribuido, como son: el objetivo 4 y 9, que aportan al acceso abierto a la información, de los cuales se tiene la intención de subir al repositorio  cualquier formato, ya sea libro, revistas, tesis o video; el objetivo 11, que se refiere a la preservación del conocimiento a lo largo del tiempo; el objetivo 17, que está enfocado a la visibilidad de la investigación, en su caso local, y a los objetivos 13 y 15, que se relacionan con la investigación sostenible.

Reseña informativa: María del Rosario Rodríguez León

Micrositio 'Bibliotecas de la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe'