*Las bibliotecas que forman parte de nuestra universidad podrían constituirse en los faros de inclusión para que garanticen que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan acceder a la información.

*Es necesario fomentar la participación de toda la comunidad universitaria, e ir implementado los principios orientadores de la educación inclusiva.

*La misión de las universidades tiene que ver con la implementación de espacios de oportunidad para que este sector de la población pueda cambiar la condición de sus vidas.

*Entre los objetivos destaca el saber qué servicios y apoyos necesitan las personas en situación de discapacidad, para acceder a la educación, los libros y las innovaciones tecnológicas que promueven las bibliotecas universitarias.

Los videos de esta actividad se encuentran disponibles en:
 https://www.facebook.com/watch/100064816655687/500619009210652

En apego a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, -la cual plantea, entre otras cuestiones, reconocer el derecho de las personas en situación de discapacidad para acceder a los medios y a los instrumentos que les permitan eliminar las barreras que les impiden ejercer sus derechos-, las bibliotecas universitarias han implementado una serie de acciones para contribuir a eliminar dichas barreras, mediante la puesta en práctica de iniciativas, acciones, directrices para el desarrollo del servicio bibliotecario, criterios, recomendaciones y guías de accesibilidad, entre otros aspectos más, en apego a los artículos 5, 9, 21 y 30 de dicha convención.

En dicho sentido, y por lo que corresponde a la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información (DGBSDI) de la UNAM, organizadora del IV Foro Virtual Bibliotecas Accesibles e Inclusivas para Personas con Discapacidad: “Diálogos desde la inclusión”, se sumó a la declaración de que uno de los pilares fundamentales en la misión de la UNAM es coadyuvar a la formación integral de la comunidad universitaria, debido a que desde el primer foro que se organizó sobre esta materia se ha venido trabajando para tener un sistema bibliotecario universitario moderno e inclusivo.

Y como en anteriores foros, la DGBSDI, en colaboración con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, ha trabajado en temas y pautas fundamentales para acercar las bibliotecas a las personas en situación de discapacidad, como son: la implementación de salas de lectura y consulta accesibles para todos; que se cuente con las tecnologías y adaptaciones adecuadas; que se ofrezcan servicios online para quienes no puedan acudir a la biblioteca de forma presencial; que se eliminen las barreras arquitectónicas que les impiden circular libremente, mediante la instalación de rampas, pasamanos y baños adaptados; así como, la adquisición de software y otros implementos como lupas para baja visión, sensores de reconocimiento de voz, y audiolibros, entre otros más.

De este modo, durante la intervención de la directora general de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva, durante la ceremonia inaugural del IV foro, realizado en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, dijo que es importante que la comunidad universitaria tome en cuenta las experiencias, las opiniones y las propuestas de las personas en situación de discapacidad, además de incluir dicho tema en todas las actividades que realicen las bibliotecas universitarias.

“Para ello, se ha programado la transmisión de video-cápsulas, para poder conocer de viva voz la problemática y dificultades por la que atraviesa dicha comunidad, así como la presentación de implementos tecnológicos y la prestación de servicios adecuados de los distintos sectores académicos y universitarios”.

La doctora Ramírez Leyva añadió que, de las ideas y propuestas expresadas en las conferencias y mesas de trabajo se podrían generar nuevos recursos, y así poder cumplir con los requerimientos de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, relativos a la diversidad de las comunidades, por ejemplo: la consolidación de espacios inclusivos al interior de las bibliotecas y la adaptación tecnológica para que puedan tener acceso a la información, las colecciones y los servicios adecuados, en cumplimiento a su derecho de acceder a las actividades educativas, laborales, sociales y culturales; las cuales les permitan estar en las mismas condiciones de oportunidades que el resto de la población, independientemente de su diversidad étnica, raza, origen y situación económica.

“Por parte de nuestra dependencia, se ha considerado trabajar en varios objetivos relativos a la inclusión, como el 16 relativo a la meta 16.10 que habla de garantizar el acceso público a la información y la protección de las libertades, debido a que estamos muy comprometidos con el Tratado de Marrakech, al facilitar el acceso a las obras públicas a las personas con discapacidad visual, que cuentan con derechos de autor, por lo cual debemos tener cuidado de brindar su acceso solamente a este grupo social”.

Por último, la funcionaria agradeció de antemano la participación de todas las personas que hicieron posible la realización del cuarto foro de discapacidad, cuyo objetivo general es contribuir a consolidar un espacio de encuentro e interacción entre la diversidad de comunidades académicas usuarias de servicios informativos accesibles e inclusivos y las instancias relacionadas con los ámbitos bibliotecarios, educativos, sociales y culturales que generen y provean productos y servicios accesibles para las personas en situación de discapacidad y otras comunidades.

Por su parte, el maestro Francisco López Suárez, coordinador de Proyectos Tecnológicos y de Innovación de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM, en representación de su titular, la doctora Diana Tamara Martínez Ruiz, antes de declarar la inauguración de los trabajos, consideró que este tipo de actividades son de sumo interés, debido a que se propone atender a las personas que padecen diversas discapacidades, mediante la colaboración de personal especializado en diferentes disciplinas como son: la Bibliotecología, la Informática, la Arquitectura y la Medicina, con el fin de proponer respuestas y compartir conocimientos que permitan emprender las transformaciones de las bibliotecas en espacios inclusivos, ya que todas las personas tienen derecho a la información, la lectura y el acceso a los medios y formatos digitales, que son parte de los pilares que contribuyen a desarrollar distintas capacidades.

Añadió que, con ello se abre la oportunidad a conocer las necesidades en materia de servicios y recursos bibliotecarios y de la información de las comunidades con diversas discapacidades pertenecientes a esta Casa de Estudios, lo cual será de enorme utilidad, por ejemplo: la adecuación de los recursos de información, las colecciones, los servicios y los espacios que les faciliten el acceso a la información.

“En la actual administración del rector de nuestra universidad, el doctor Leonardo Lomelí Vanegas, los programas transversales del Plan de Desarrollo 2023-2027 tienen el propósito de disminuir las desigualdades sociales, lo cual es fundamental para promover un desarrollo y perspectiva de sostenibilidad de la comunidad universitaria. Es por ello que este foro fue pensado también para crear vínculos de cooperación para poder ampliar las acciones de las bibliotecas universitarias: por ejemplo, integrar tecnologías que faciliten el acceso y el uso de la información y los servicios bibliotecarios, adaptándolas para las personas con discapacidad, así como, el uso de la inteligencia artificial acorde a los requerimientos de las distintas discapacidades”.

Por último, dijo que sin duda todas y todos los que formamos parte de la comunidad UNAM, y todas las universidades, tenemos el compromiso de tener una sociedad más justa, por lo que todas y cada una de las bibliotecas que forman parte de nuestra universidad podrían constituirse en los faros de inclusión, para que garanticen que todas las personas independientemente de sus capacidades puedan acceder a la información, el conocimiento y la cultura.

En su oportunidad, el coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, doctor Alfredo Sánchez Castañeda dijo que existen derechos que tienen las personas en situación de discapacidad que deben de ser ejercidos en todos los ámbitos, particularmente en materia de acceso a las bibliotecas, y que desde nuestra constitución es necesario resaltar que el artículo primero constitucional establece la igualdad de derechos entre todas las personas, así como, el derecho al acceso de los servicios.

Agregó que estos son dos puntos muy importantes que también están establecidos en la citada Convención de las Naciones Unidas, -que como ya se dijo-, reconoce el derecho de igualdad de los discapacitados, y que particularmente en el artículo 30 dice que se deben adoptar las características pertinentes para tener acceso a las bibliotecas y los servicios. Y que, dentro de estas medidas pertinentes, hay algunas universidades que ya tomaron cartas en el asunto.

Por último, el doctor Alfredo Sánchez señaló que hay una cantidad importante de bibliotecas que tienen mucho material y realizan el préstamo del mismo en línea.

“Creo que es un paso que se debería evaluar en muchas universidades, pues es una manera de acceder a una diversidad de material musical, de videos, y al préstamo online sin necesidad de desplazarse físicamente. En este sentido, en nuestro país y otros países de Latinoamérica hay una gran dificultad para trasladarse en el transporte público para poder acceder a una gran variedad de espacios, entre ellos las bibliotecas y las universidades, y probablemente el acceso dentro de estos sea adecuado, pero no el acceso a ellos”.

Por su parte, la titular de la Unidad de Atención para Personas con Discapacidad, de la Dirección General de Atención a la Comunidad, de la UNAM, maestra Claudia Leticia Peña Testa, dijo que una característica relevante de esta emisión del foro fue la participación de algunos integrantes de la comunidad UNAM que viven en situación de discapacidad y de otras personas, entre ellas el sector bibliotecario, que han hecho importantes aportaciones al respecto.

“Algo que no se debe de olvidar es que los servicios de apoyo deben estar centrados en la persona, y en el cómo vamos a diseñar diversos apoyos o ajustes razonables, para lo cual es necesario escuchar de viva voz las experiencias de la persona. Por nuestra parte, en nuestra dependencia estuvimos hablando con la comunidad para que participara con su testimonio en la realización de las video-cápsulas, y hubo alguien que dijo que nunca había ido a una biblioteca, lo cual llevó a reflexionar en la razón de dicha circunstancia, la cual está asociada a las dificultades para llegar a ella y a la falta de material adecuado”.

En tal sentido, indicó que se debe trabajar en la difusión y la promoción de lo que sí se tiene, así como, fomentar la participación de toda la comunidad y en ir implementado los principios orientadores de la educación inclusiva, porque no se tienen recetas para su logro; más bien se trata de un proceso establecido dentro de la UNAM, en el cual se está llevando a cabo una transición para poder ofrecer los servicios inclusivos, y en la formación de los docentes.

Concluyó al decir que, “la inclusión no se va a dar sin la visión y participación de la propia comunidad, y, además, el cubrir el derecho a la información nos lleva a cubrir otros derechos como, por ejemplo, la educación, que ésta a su vez nos va a llevar a elevar la calidad humana, y así estar en la posibilidad de cerrar la brecha de desigualdad que históricamente ha vivido la población, y, por último, cumplir con los ODS para que nadie se quede atrás”.

Por su parte, el licenciado Omar Martínez Morales, bibliotecario con discapacidad visual quien labora en el área de Tiflotecnia de la Biblioteca Central Universitaria de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, señaló que muchas veces se ha dicho que la discapacidad está encasillada dentro de los grupos vulnerables pero la concepción ha cambiado de manera favorable, y ahora se considera que es un grupo que está en situación de vulnerabilidad.

“Esto quiere decir que es una condición de la cual podemos salir, y que la vulnerabilidad es una característica inherente al ser humano pues todas las personas somos vulnerables, es una realidad y no podemos negarla. Sin embargo, las personas con discapacidad debido a dicha condición históricamente han sufrido desigualdad en el ámbito educativo, lo cual, en muchas ocasiones se traduce en temas de pobreza”.

En tal sentido, advirtió que la misión de las universidades tiene que ver con el establecimiento de espacios de oportunidad, para que este sector de la población pueda cambiar la condición de sus vidas. Y para el resto de los sectores representaría un gran reto el poder contribuir de forma activa en dicho cambio, porque es un tema social que se debe afrontar en función de la educación.

“Y parte de eso somos las bibliotecas, pues debemos de formar y transformar criterios porque a veces el tema de la información va muy enfocado a lo académico o a lo literario, y es necesario que también se enfoque en temas de arte y cultura porque también ayuda a transformar criterios”.

Finalmente dijo que, por eso, con el tratado de Marrakech la Unión Mundial de Ciegos puso sobre la mesa el tema del derecho a leer, porque es algo fundamental para las comunidades con discapacidad, y para las bibliotecas una misión ineludible, es poder erradicar dichas desigualdades.

Posteriormente, le fue cedida la palabra la maestra Teresa Jasmín López Montiel, asesora del Programa Letras Habladas, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, quien dictó la conferencia inaugural el foro denominada “Accesibilidad educativa: una mirada crítica desde la práctica y la política”, en la cual puntualizó que la accesibilidad es considerada como algo más, como una especie de sobreesfuerzo, pero que en realidad la accesibilidad no es una concesión sino una deuda histórica con todas las personas que viven en situación de discapacidad, y que los espacios siempre han sido pensados para las mayorías, para las personas consideradas dentro del estándar.

“En mi caso particular, desde pequeña me gustó leer, pero al llegar a las bibliotecas estas no eran adecuadas para una persona con discapacidad visual porque al tocar los libros todos eran iguales; no obstante, a pesar de que eran de diferentes tamaños, empastado y grosor, no había forma de diferenciarlos. En aquel entonces no se tenían las facilidades de las actuales herramientas tecnológicas y era necesario recurrir a alguna persona que te pudiera leer en un periodo aproximado de una hora, lo cual no era suficiente para la carga lectora de un estudiante. Además de que te tenías que formar en largas filas, durante varias horas, para que te otorgaran algún turno”.

Añadió que, con el paso del tiempo, las bibliotecas adquirieron los implementos tecnológicos necesarios para dicho fin, como: el software con lector de pantalla, escáneres y libros electrónicos, entre otros más, pero sólo aquellos que tenían acceso a una computadora podrían disfrutar de sus beneficios, pues la mayoría tenía que sacar las fotocopias de los libros y luego ir a escanearlas, y en muchas ocasiones salían con signos raros o con los subrayados que algunas personas les hacían a los libros que impedían una correcta lectura, y con toda esa basura digital absorbía mucho tiempo para poder interpretar el texto.

“De ahí, el hecho de que las bibliotecas sean espacios amigables y accesibles para todos, porque la accesibilidad no sólo es una cuestión técnica sino política y cultural. Y pensando en todo, esto el equipo de trabajo planteó el establecimiento del Programa Letras Habladas, el cual pretende generar condiciones equitativas para estudiantes con discapacidad visual, y en menor grado para otro tipo de discapacidades.”

La maestra Teresa López puntualizó que, en dicho programa, los profesores y estudiantes llevan el material para que los especialistas no sólo se encarguen de escanearlo, sino también de limpiarlo y de hacer adaptaciones mediante un paginado correcto para que los universitarios puedan hacer la citación de forma correcta y la descripción de elementos gráficos como esquemas y mapas. De igual forma, se realizan pláticas de concientización entre la comunidad académica.

También indicó que se tiene que hacer un gran esfuerzo para brindar accesibilidad física, es decir, la instalación de infraestructura adecuada como: rampas, señalética, material con macrotipos, líneas podotáctiles -para las personas con discapacidad visual-, textos en braille y adaptados; esto último se refiere a la utilización de un lenguaje más sencillo pero sin disminuir la calidad del material, así como el acceso a los materiales para los que van a pie o en silla de ruedas a las bibliotecas.

Para finalizar dijo que, en lo referente a la parte humana, en el tema de la discapacidad siempre se habla de barreras actitudinales y de barreras físicas, y estas últimas empiezan a desaparecer cuando caen las actitudinales. Y una posible solución sería que las personas pensaran en la creación de espacios para todas y todos, y en la capacitación de quien está al frente de la atención pública, pues de lo contrario podrían convertirse en una barrera más al no contar con la capacitación adecuada para dicha función.

Por lo que correspondió a la presentación del doctor Jonathan Heras Vicente, profesor titular e investigador del Grupo de Informática, de la Universidad de la Rioja, España, titulada “Mejorando la accesibilidad mediante inteligencia artificial”, dijo que su equipo de trabajo se planteó si la inteligencia artificial (IA) podría mejorar el acceso a la información para las personas en situación de discapacidad, y posteriormente se avocaron a desarrollar tres proyectos mediante la utilización de la IA.

El primero lo llamaron “Mejorando la accesibilidad de páginas web”, pensado para quien utiliza lectores de pantalla para poder leer el contenido de alguna página web, pero que no tienen acceso a la descripción de la imagen; por ejemplo, saben que hay una imagen de un gato, pero nada más, y para mejorar dicho acceso a la información es necesario que cuenten con una descripción alternativa, es decir, que se indique de qué color es el gato, su raza, su tamaño o qué está haciendo, entre otros elementos.

“Para resolver dicho problema se tiene que acudir a un campo de la IA, en concreto a un campo que se llama visión por computador, que tiene como objetivo extraer información útil a través de imágenes o video para resolver funciones de un mundo real; dicho de otro modo, es una forma de enseñar a “ver” a los ordenadores. Para ello, se recurre a modelos de generación de descripciones, lo cual consiste en subir las imágenes de gatos y de forma automática te genera su descripción, lo que al equipo humano le llevaría mucho tiempo poder lograr esta tarea”.

El segundo proyecto fue titulado “LSEAvatar: un avatar para la Lengua de Signos Español”, el cual tiene como objetivo la creación de un avatar que mediante técnicas de IA sea capaz de traducir un mensaje de lengua oral española a lengua de signos; el cual está en su primera fase de desarrollo.

Por último, dijo que el tercer proyecto denominado “Mejorando lecturabilidad”, se refiere al desarrollo de la lectura fácil a partir de un texto original para facilitar la comprensión de las personas, pero sin perder su calidad y contexto original.

Por otra parte, en el foro también se contó con la participación de estudiantes universitarios que tienen diferentes discapacidades, y que como ya se mencionó fue una forma de hablar de la discapacidad desde “dentro”, es decir, a partir de los testimonios que involucran circunstancias, problemas, adversidades y acciones resilientes que cada uno de los invitados participantes describieron como una forma de visibilizar a este grupo social, y también para que las personas sean más empáticas con la difícil situación del día a día de quienes sufren de algún problema, ya sea motriz, auditivo, cognitivo o visual.

En este sentido, hablaron de las dificultades que les ha tocado enfrentar con respecto a la forma de transportarse desde sus hogares hacia sus centros educativos y bibliotecarios, entre otros lugares más, debido a la falta de rampas, autobuses adaptados, una red de transporte unificado, semáforos audibles, y la gran cantidad de pendientes muy pronunciadas que hay a lo largo y ancho de la ciudad, así como suelos pedregosos que dificultan el desplazamiento en silla de ruedas, por señalar sólo algunas cuestiones.

Por último, se dijo que en otros casos las dificultades tienen que ver con: la falta de material de lectura fácil y en formato braille; la dificultad que implica la utilización de los comandos de la computadora cuando se tiene alguna discapacidad psicomotriz; o cuando se busca alguna información y el link está roto, o no se sabe cómo funcionan las plataformas de búsqueda de información cuando se acude a las bibliotecas; la falta de señalética o mobiliario adaptado, entre una gran variedad de problemas que enfrentan las personas en situación de discapacidad.

En este marco testimonial, la doctora María Guadalupe Fragoso Palafox, docente de la Facultad de Medicina, y autora del libro “La discapacidad no es una incapacidad, es…”, durante la presentación de este, habló de las adversidades que tuvo que enfrentar, tanto en el aspecto médico como escolar y social, después de que a una corta edad empezó a perder la audición.

Posterior a ello, dijo que asumió que su vida ya no sería la misma, pero eso no impidió que estudiara la carrera de medicina y se convirtiera en docente, lo cual le brindó la oportunidad de contribuir de manera inclusiva en la Facultad mediante la implementación de un curso de lengua de señas, para que los estudiantes al involucrarse en la situación de las personas con discapacidad auditiva tengan la posibilidad de comunicarse con ellos y brindarles un mejor servicio, además de estar en posibilidad de brindarles una atención más humana, al estar en sintonía mediante la utilización del mismo lenguaje de señas.

Por último, como en cada emisión del foro, se llevó a cabo una sesión de cine-debate, mediante la proyección de la película “Ana de los milagros”, la cual fue comentada por especialistas en la materia.

De igual forma, enmarcado en el foro se presentó una muestra pictórica titulada “El lenguaje, alternativa para compartir el arte”, y una demostración de pintura de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, en la Sala de Literatura de la Biblioteca Central UNAM.

Reseña informativa: María del Rosario Rodríguez León